Existen alrededor de 20 mil especies de abejas a nivel mundial que están agrupadas en siete familias. Una de éstas se llama Apidae y contiene a la subfamilia Apinae, en donde se ubican diferentes tribus, como la de las abejas sin aguijón (Meliponini), la de los abejorros (Bombini), la de las abejas melíferas (Apini), la de las abejas orquídeas (Euglossini) y otras que son menos conocidas.
Entre las abejas sociales destacan dos grupos: las que son primitivamente sociales (como los abejorros) y las altamente sociales, como las abejas melíferas (género Apis) y las abejas sin aguijón.
La abeja melífera (Nombre científico: Apis mellifera) presenta en su cuerpo color negro con amarillo y con un aguijón.
Sólo este último grupo (las que son altamente sociales) forma colonias permanentes en donde almacenan miel y polen en grandes cantidades.
En México se reportan 46 especies de abejas sin aguijón, seis agrupadas en 16 géneros. Los estados que tienen mayor número de especies son: Oaxaca, Chiapas, Veracruz y Quintana Roo.
Una colonia de abejas se conforma por tres castas: reina, zángano y obrera; específicamente una del género Apis puede llegar a tener hasta 60 mil abejas, de las cuales una es reina, cientos son zánganos y miles son obreras. Cada casta presenta diferentes características y cumple con funciones específicas:
Reina. Es la encargada de poner los huevos de donde nacerán todas las obreras y zánganos de la colmena. Presenta una metamorfosis de 16 días, proviene de un huevo fecundado y es alimentada con jalea real durante todo el tiempo que permanece en estado larval. Se estima que puede llegar a vivir hasta 5 años en vida silvestre.
Zángano. Su función principal es fecundar a la reina, presenta una metamorfosis de 24 días, proviene de un huevo sin fecundar (partenogénesis) y en etapa larvaria se alimenta con jalea real solo por tres días, después recibe néctar y polen de las abejas obreras; su tiempo de vida es variado, ya que después de fecundar a la reina se muere, y aquellos que no se reproducen viven el mismo tiempo que dura el periodo de floración, ya que dejan de ser alimentados al término de dicho periodo.
Obrera. Realiza diversas actividades de acuerdo con su desarrollo fisiológico. Presenta una metamorfosis de 21 días, su origen es a partir de un huevo fecundado y en etapa de larva es alimentada con jalea real por tres días, y después recibe pan de las abejas, alimento elaborado a base de miel y polen. Su tiempo de vida en época de floración se estima en 45 días, o hasta 3 meses si no hay actividades de pecoreo.
Comportamiento
Las abejas se pueden clasificar, según sus rasgos de sociabilidad, en abejas solitarias y abejas eusociales. Las de este último tipo se caracterizan por división reproductiva del trabajo, cooperar en el cuidado de la cría mediante un sistema de castas y tener generaciones superpuestas donde las crías ayudan a los adultos.
Las abejas melíferas son consideradas como uno de los mejores insectos eusociales y su comportamiento es determinado por un conjunto de substancias químicas llamadas feromonas, las cuales son secretadas por diversas glándulas presentes en su cuerpo, como son: la glándula hipofaríngea, mandibular y cerígena, entre otras. Cada feromona origina un comportamiento específico en las abejas. Por lo general, las feromonas contienen más de un componente químico y se pueden sintetizar en cualquier momento, ya sea durante un periodo de tiempo o solo por algún evento esporádico.
Se pueden identificar feromonas que estimulan un comportamiento inmediato y reversible en cuanto son percibidas (liberadoras). Un ejemplo son las feromonas de alarma, cuya liberación desencadena un comportamiento defensivo entre las obreras. Existen otras feromonas que producen cambios en las respuestas fisiológicas (iniciadoras). Un ejemplo típico es la feromona real, la cual inhibe el desarrollo de los ovarios de las obreras de la colmena.
De forma general, las actividades de las abejas, a partir del día que emergen de la celdilla, son:
Obreras. Dentro de los primeros cinco días, realizan actividades de limpieza y regulación de la temperatura interna de la colmena; posteriormente, cuando se desarrolla la glándula hipofaríngea, tienen la capacidad de producir jalea real, por lo que se dedican a alimentar a las crías, hasta llegar a los 12 días. Durante un periodo que va de los 13 a los 18 días, pueden realizar diferentes actividades conforme a las necesidades de la colonia. Es posible identificar abejas que se encargan de la construcción de los panales y del opérculo, gracias a la formación de cera mediante las glándulas cerígenas; otras de ellas se encargan de recibir las cargas de alimento, agua y propóleos para depositarlos dentro de las celdillas o en lugares donde son necesarios. Ya más avanzadas de edad (día 19 al 21) y una vez que son capaces de producir veneno a través de ciertas glándulas, realizan actividades de guardia y protección; finalmente, a los 22 días, aproximadamente, y hasta que termina su vida, se dedican a realizar actividades de pecoreo para traer néctar, polen y demás recursos necesarios para la colonia.
Reina. Durante los primeros 20 días pasa por diferentes procesos hasta alcanzar su madurez sexual y realizar vuelos de apareamiento con varios zánganos; posteriormente se dedica a ovopositar, llegando a colocar de mil a dos mil huevos al día.
Zángano. Durante los primeros 12 días se reúne en zonas de congregación con otros zánganos donde, tras desarrollar su madurez sexual, puede realizar vuelos de apareamiento con una abeja reina.
Fuente:
Facultad de Estudios Superiores Cuautitlán de la UNAM
Coordinación General de Ganadería
En general, los insectos tienen un papel crucial en los ecosistemas naturales, pues forman parte fundamental de la biodiversidad.
En el caso específico de las abejas, su rol con respecto al equilibrio ecológico es clave, dado su relevante papel en la polinización. La pérdida de biodiversidad que sobrevendría si las abejas desaparecieran o se vieran minimizadas, significaría una catástrofe ambiental. En términos de nutrición humana, la seguridad alimentaria se vería comprometida, pues alrededor de un 35 % de la producción mundial de alimentos depende directamente de la polinización que ellas realizan.
Para la mayor parte de las especies vegetales, la reproducción necesita el traslado del polen desde las anteras, o partes masculinas de una flor, hasta los estigmas, o sea, sus partes femeninas, ya sea de la misma planta o de otras plantas que se encuentren a cierta distancia; lo anterior es lo que se denomina polinización. Después de miles de años de evolución y de adaptación a los ambientes locales, cada especie vegetal tiene exigencias específicas para el transporte de su polen; muchas de las cuales dependen de los insectos forrajeadores que lo trasladan de flor en flor. Muchas especies de insectos visitan las flores para buscar su néctar o polen y, mientras lo hacen, transportan los gránulos que contribuirán a la polinización.
Las abejas melíferas son insectos polinizadores altamente eficaces, ya que tienen el cuerpo cubierto de pelos fuertes y algo curveados llamados cestillos que recogen fácilmente miles de gránulos de polen cuando se mueven al interior de las flores; además, visitan solamente una especie de flor durante cada uno de sus viajes. En una sola jornada, una abeja puede visitar miles de flores de una misma especie, recogiendo el néctar y el polen, esparciendo en todo momento los gránulos de polen por todas las flores que visita.
Más allá del aspecto económico, la polinización adquiere relevancia en términos de supervivencia, puesto que asegura la continuidad de las especies vegetales en el planeta. Si este proceso falla, la cadena trófica también lo hará. Por ello, incluso una leve disminución en la eficacia de la polinización se traduciría en irremediables pérdidas de especies animales y vegetales, contando con aquellas que el ser humano necesita para asegurar su alimentación.
Abejas y plantas forman, de este modo, un pilar que alimenta y enriquece el ecosistema, que, a su vez, nutre a multitud de insectos, aves y mamíferos.
La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (AGRICULTURA) señala que la apicultura en México tiene una gran importancia socioeconómica y ecológica, ya que las abejas son fundamentales para el equilibrio del medio ambiente.
Fuente:
Por M. en C. Eva Yolotzin Gutiérrez Gamiño, Facultad de Medicina
Veterinaria y Zootecnia de la Universidad Nacional Autónoma de México y
MVZ. Rodrigo Abraham Medellín Pico, Coordinación General de Ganadería,
Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural.
La apicultura en México tiene gran importancia socioeconómica y ecológica, es considerada como una de las principales actividades pecuarias generadora de divisas y las abejas son los principales agentes polinizadores en la producción de alimentos. La obtención de diferentes productos y subproductos pecuarios permite incrementar los recursos económicos, ya que generan ingresos y fuentes de trabajo a todas las personas que están involucradas en la cadena productiva, tales como, apicultores, profesionistas, comercializadores, fabricantes de equipo, industria de cosméticos, productos alimenticios, confitería, entre otros. En los últimos años, su consumo fue impulsado por la demanda de la población de productos naturales, complementarios a la dieta o con efectos terapéuticos.
En el Atlas Nacional de las Abejas y Derivados Apícolas se abordan a profundidad los temas de miel y propóleos, sin embargo, es importante dar a conocer información general sobre los otros productos que se obtienen de una colonia de abejas. Si bien la miel es el principal producto que se relaciona con la apicultura, de una colonia de abejas se obtienen y comercializan diferentes productos que éstas generan, como jalea real, cera y veneno; o aquellos que procesan, como el polen y los propóleos, los cuales, brindan fuentes proteicas, energéticas, elementos nutricionales, protección, refugio y alternativas eficientes para el control de enfermedades.
El polen es el conjunto de granos microscópicos de forma esférica u oval, contenidos en sacos polínicos de las anteras de la flor, las cuales se encuentran en la parte externa de un estambre (órgano sexual masculino), que constituyen los gametos fecundantes masculinos en las plantas. Las abejas recolectan los granos de las flores, le adicionan secreciones salivares y pequeñas cantidades de néctar o miel, obteniéndose así el polen apícola e incluso pan de las abejas, que es un producto importante por su efecto polinizador en cultivos y como fuente principal de alimento para las abejas.
Existen diferencias entre los granos de polen: el contenido de agua oscila de 10 a 20 % en el polen fresco y 4 % en polen seco. Presenta glucosa y fructosa, oligosacáridos, como el almidón, celulosa y hemicelulosa; las proteínas forman del 20 al 25 % del polen. Es uno de los productos naturales más ricos en aminoácidos como cisteína, triptófano y la metionina.
Los lípidos encontrados en el polen son: triglicéridos, ácidos grasos esenciales, esteroles, ceras vitaminas liposolubles, hidrocarburos, pigmentos, fosfolípidos, glicéridos, ácido linoleico, linolenico y araquidónico, esteroles, hidrocarburos y terpenos; se ha identificado el sodio, potasio, calcio, fósforo, magnesio, azufre y minerales como el cobre, aluminio, boro, yodo, cloro, manganeso, sílice, níquel y zinc. En general el polen contiene todas las vitaminas del grupo B, vitaminas C, D y E.
Procesamiento
Los requerimientos nutricionales de las abejas se obtienen por la recolección de polen, néctar y agua. Dado que el polen es fuente de proteínas, lípidos, vitaminas y minerales, las necesidades para una colonia varían entre 15 a 55 kg al año, por lo que es importante que las abejas recojan la mayor cantidad posible. Las flores sueltan el polen principalmente por la mañana. La recolección se facilita ya que el cuerpo de las abejas está provisto de vellosidades, las cuales se impregnan de polen cuando éstas se desplazan a los nectarios de las flores. Mas adelante, con ayuda de su cuerpo y mandíbulas, desalojan el polen de las anteras. La abeja se acicala y recolecta el polen de su cuerpo con ayuda de sus patas, principalmente el segundo par, colectándolo con el peine de la pata opuesta y agregándole néctar y secreciones salivares. Después, es prensado en la parte externa del tercer par de patas, área denominada corbícula; en ella, se acumula el polen formando una pequeña esfera de polen sostenida por vellosidades al margen de la tibia; en promedio, la abeja acumula una esfera de aproximadamente de 5 a 10 mg.
Las abejas pecoreadoras transportan el polen dentro de la colmena para ser introducido en celdillas a través de abejas receptoras; las celdas son operculadas con una capa delgada de miel y en un ambiente anaeróbico, a 35 °C, que inhibe el desarrollo microbiano. El polen almacenado sufre cambios bioquímicos, incrementando la acidez (produciéndose así el denominado “pan de abejas”). En tal circunstancia, el polen germina y luego se desprende de la envoltura que lo protege para iniciar su fermentación láctica; se origina un incremento de las proteínas solubles, aminoácidos libres y monosacáridos, es decir, incrementa el valor nutricional, sus propiedades antibióticas se triplican, se asimila y digiere de mejor manera.
Las larvas en el cuarto día de su desarrollo comienzan a alimentarse con el pan de abejas. Para las adultas, el pan es necesario en la fabricación de diferentes secreciones como: jalea real, fermentos salivares y cera, además, es imprescindible en el desarrollo de las glándulas hipofaríngeas y cuerpos adiposos.
Para cosechar el polen se utilizan trampas específicas, las cuales, presentan rejillas donde al paso de las abejas desprendan el polen de las corbículas (la abertura de la rejilla es de 4.5 mm); el polen cae por debajo de ésta en una charola recolectora (Figura 2.3). Existen diferentes tipos de trampas: de piquera, piso y alza; la diferencia entre éstas radica en la posición de la rejilla. Las colmenas dedicadas a esta producción deben estar sanas y fuertes, así como presentar reinas jóvenes y prolíferas, ya que un mayor contenido de cría provoca un aumento de necesidad proteica y obliga a colectar más polen.
Una vez recolectado el polen, es necesario disminuir la humedad, para ello, es introducido en un secador de humedad, lo que impedirá el crecimiento de bacterias, hongos y retrasará el desarrollo de ácaros e insectos, manteniendo así sus propiedades nutricionales. El secado del polen se realiza de forma indirecta, se utiliza aire caliente producido por diversos sistemas y medios mecánicos para hacerlo circular a través de los granos de polen situados en bandejas con un máximo de dos centímetro de espesor (Figura 2.4), la corriente de aire caliente es impulsada y distribuida por un ventilador; estos sistemas tienen capacidad de secado de 150-200 kg y durante el secado, se debe permanecer a una temperatura máxima de 45 °C hasta que la humedad del polen alcance un 8 o 10 %.
Para obtener la humedad deseada en el polen también puede utilizarse el liofilizado del mismo, sin embargo, en el país es una práctica poco común. Posteriormente, se eliminan las impurezas como: alas de abejas, tierra, larvas muertas, insectos, entre otros, de forma rústica mediante tamices o a través de implementos provistos de tolvas, rejillas, sopladores y cribas.
Antes de envasar el polen, debe enfriarse y ventilarse en las propias bandejas, sin extraerlo del secador, ya que captura humedad del ambiente. Para eliminar posibles huevos de polilla se introduce a un congelador por 72 horas o a -20 °C por un lapso de 6 horas. Una vez seco y limpio, se envasa, y puede ser conservado a temperatura ambiente, sin embargo, se recomienda almacenarlo a temperaturas de 2 a 4 °C.
Beneficios
El polen es reconocido principalmente por la presencia de compuestos con el potencial biológico para inhibir el crecimiento de microorganismos y ayudar en la prevención del estrés oxidativo, identificados como una de las causas del desarrollo de enfermedades degenerativas crónicas como en cáncer, las enfermedades cardiovasculares y la degeneración neuronal. En la medicina tradicional es recomendado como complemento alimenticio para el raquitismo, retardo del crecimiento, envejecimiento precoz, anorexia, agotamiento físico, constipación, fragilidad cutánea, regular movimientos intestinales, retrasar la caída del cabello, antidepresivo, estimulante, disturbios de memoria, prostatitis, entre otros.
En cuanto a la actividad antibacteriana, diversos estudios indican la presencia de compuestos fenólicos (principalmente flavonoides) en extractos de polen de las abejas. Estos inhiben el crecimiento de bacterias Gram positivas y gram negativas. Por ejemplo, el polen de Amaranthus hybridus, inhibe el crecimiento de Staphylococcus aureus, sin embargo, la actividad inhibitoria del polen varía según el potencial de los compuestos presentes en cada producto e incluso en su procesamiento, ya que, al parecer, el método para deshidratar el polen influye en el contenido fenólico, siendo el de elección el secado con horno eléctrico vs liofilizado. Las sustancias responsables de la capacidad antibacteriana de este alimento actúan desactivando las enzimas, promoviendo alteraciones en la permeabilidad de la membrana y la pérdida de material celular, así como desactivando o destruyendo el material genético de las células bacterianas.
Algunos otros agentes antimicrobianos del polen son los derivados de la espermidina, los cuales tienen un potencial antimicrobiano considerable. Así mismo, algunos ácidos grasos poseen acción antimicrobiana; y la glucosa oxidasa, una enzima producida por las abejas y añadida durante la transformación del grano, también puede ser la responsable de parte del efecto antibacteriano de este alimento.
Se puede utilizar para elaboración de cremas, champús, lociones, entre otros, esto principalmente porque el polen contiene compuestos de una capacidad antioxidante significativa (en cantidades variables); el potencial de este producto es mayor que el que se encuentra en la miel y similar al que se encuentra en los frutos rojos, que se les reconoce como alimentos con alta capacidad antioxidante. Los responsables de dicha actividad son los compuestos fenólicos, especialmente los ácidos fenólicos y los flavonoides. El b–caroteno (provitamina A) y las vitaminas E y C son otros compuestos encontrados en el polen de las abejas que les brindan actividad antioxidante. Cabe recalcar que el tipo y el contenido de cada antioxidante están asociados con su origen botánico y las condiciones de procesamiento y almacenamiento podrían modificar la capacidad antioxidante del polen, siendo más eficaz para la conservación de antioxidantes el secado por medio de liofilización vs horno eléctrico. La capacidad antioxidante del polen puede reducirse hasta en un 50 % cuando éste fue almacenado durante 3 años.
Al polen también se le confiere una actividad antitumoral, de mayor o menor potencial contra ciertos tipos de cáncer; si bien se le relaciona con la capacidad antioxidante mencionada anteriormente (eliminando o desactivando especies reactivas), pudiera existir una relación con la inducción de la apoptosis de las células cancerígenas y la estimulación de la secreción del factor de necrosis tumoral, o más aún, con el fortalecimiento del sistema inmunológico. La mayoría de los compuestos relacionados con la actividad antitumoral son los ya conocidos flavonoides, aunque también se le confiere actividad a b–caroteno y a los fitoesteroles. Más allá de esto, el polen parece reducir los efectos tóxicos relacionados con el uso de productos farmacéuticos utilizados para el tratamiento del cáncer.
El veneno de abeja, comúnmente llamada “apitoxina”, que proviene del latín: apis que significa abeja, y del griego: toxicon que quiere decir veneno, constituye una composición compleja, pues resulta en una mezcla de enzimas, polipéptidos y moléculas más pequeñas. El mecanismo de defensa de las abejas ante sus depredadores naturales, así como en contra de otras especies de insectos es el aguijón (órgano ovopositor modificado), presente en los miembros del grupo “aculeata” de los himenópteros apócritos, que incluye a la mayoría de las abejas, abejorros, avispas y hormigas (sólo en hembras), el cual está formado por un estilete y dos lancetas, mismas que aumentan el tamaño de la herida con movimientos repetitivos para que el veneno fluya fácilmente.
Debido a sus características, el aguijón es capaz de penetrar la piel de los vertebrados y el tegumento de muchos invertebrados, mientras que sus estructuras asociadas producen, almacenan y conducen el veneno, formando en conjunto una estructura integral, eficiente y funcional para la inoculación de éste, aunque simultáneamente trae consigo la muerte de la abeja, debido a que el aguijón posee unos dientes que se fijan a la piel a modo de arpón e impiden su salida, lo que provoca que la zona posterior del abdomen de la abeja se desgarre.
El órgano responsable de la producción del veneno es una glándula que anteriormente se conocía como glándula ácida, y que hoy en día se le nombra simplemente como glándula del veneno, misma que se extiende por múltiples ramificaciones hasta la glándula de Dufour, y de ahí hasta la bolsa del veneno, estructura que puede almacenar aproximadamente 94 microgramos de veneno por individuo. Al parecer, no existen diferencias cualitativas entre el veneno de abejas africanas y el de las abejas europeas, pero es importante señalar que la mediana de la dosis letal puede ser menor para las africanas.
Procesamiento
El veneno de abeja es colectado a través de diferentes métodos. Uno de ellos, el de forma directa, se realiza al sujetar una abeja guardiana y estimular el aguijoneo sobre una superficie de vidrio o sobre una membrana animal que tapa un vaso de vidrio con agua destilada, donde, en este último, por ósmosis, el veneno pasa al líquido. Asimismo, dispositivos basados en estimulo eléctrico, los cuales constan de una rejilla metálica o de plata colocada sobre una hoja de vidrio o acrílico de 3 mm de espesor, ambas sujetas al interior de bastidores de cámara de cría o alza (Figura 2.5). También se utilizan planchas específicas colocadas en las piqueras elaboradas con el mismo principio.
La rejilla está conectada al sistema eléctrico que genera descargas no mayores a 20 voltios, lo que estimula a las abejas a aguijonear, sin lesionarlas, para seguir utilizándolas. Las abejas depositan veneno en el vidrio, aproximadamente 2 mg; se deja secar durante 24 horas para perder humedad, y se pueden obtener alrededor de 60 mg de veneno seco por colmena (Figura 2.6); se desprende con una espátula de acero inoxidable, y el veneno se deposita en frascos de vidrio color ámbar oscuro; con este método los niveles productivos resultan significativamente superiores, libre de impurezas, permitiendo a su vez una correcta conservación y dosificación para la elaboración de subproductos.
Posteriormente se procede al pesado y envasado en frascos de color ámbar; se procesa para elaborar pomadas, linimentos, ungüentos, líquidos, tabletas, entre otros. Para ello, el veneno seco se reconstituye en un vehículo adecuado y estéril. La cantidad de veneno que se obtiene es variable, depende de la capacidad del equipo empleado y el número de abejas de la colonia; en Cuba, se reportan producciones de hasta 29 g, utilizando 40 colmenas en un lapso de 8 horas.
El veneno tiene compuestos volátiles que le facilita su dispersión en el ambiente, por lo que se recomienda el uso de lentes y cubrebocas durante su manipulación.
Beneficios
La apitoxina de la especie Apis mellifera en sus diferentes razas, ha sido ampliamente utilizada con fines terapéuticos en varios países, especialmente para el tratamiento de enfermedades como la artritis, artritis reumatoide, esclerosis múltiple, lupus, dolor del nervio ciático en la espalda baja, etc.; además, se ha incluido en una práctica conocida como apiterapia, debido a que a sus componentes se les han encontrado efectos analgésicos, antiinflamatorios, antiartríticos, respuestas de inmunidad, antitumorales y efectos citotóxicos contra células cancerosas, entre otros.
Las acciones terapéuticas del veneno son el resultado de la interacción de las propiedades de cada compuesto. Se han efectuado un gran número de estudios para dilucidar la composición química de la apitoxina, y se han detectado al menos dieciocho compuestos farmacológicamente activos, sin embargo, hay que tener en cuenta que éste puede causar una reacción alérgica en los humanos que reciben algún piquete de abeja, pudiéndose observar reacciones en tres niveles: local, sistémico y anafiláctico. En el primer caso, los síntomas se localizan en la zona de la picadura y corresponden a una hinchazón inmediata, que puede aumentar en pocas horas o en los días siguientes. Es acompañada de enrojecimiento alrededor del área picada con una sensación de ardor; estos síntomas desaparecen en dos o tres días. Por su parte, la reacción sistémica generalmente ocurre a los pocos minutos de la picadura y se puede manifestar con sarpullido en todo el cuerpo, respiración jadeante, náuseas, vómitos, dolor abdominal y desmayo. Por último, la reacción anafiláctica es la más grave, ocurre a solo unos pocos segundos después de la picadura, y los síntomas son: dificultad para respirar, confusión, vómitos y disminución de la presión sanguínea, lo cual puede llevar a la pérdida de conciencia e incluso la muerte, debido al desencadenamiento de problemas circulatorios y respiratorios. Por lo anterior, es importante que cuando se practica la apiterapia, previamente se realicen pruebas por parte de personal profesional calificado, para conocer el grado de sensibilidad que el paciente tenga hacia la apitoxina.
Al promover esta práctica, y para evitar riesgos por piquetes de abejas vivas sobre los pacientes, se recomienda que se sustituya por cremas, linimentos, ungüentos o formas inyectables intradérmicas o subcutáneas que contengan purificados de veneno, para imitar en estos últimos casos el acto del piquete de abeja.
El veneno presenta actividad analgésica y antinflamatoria debido a la fracción de polipéptidos que inhiben la acción de la enzima ciclooxigenasa, la síntesis de prostaglandinas, además, estimula la liberación de endorfinas. De igual forma, la apamina inhibe la acción de la serotonina y produce una reducción en los niveles de seromucoides y elevan los niveles de cortisol endógeno.
Presenta acción vasomotora, fundamentado por la permeabilidad de vasos sanguíneos, provocada por la hialuronidasa, melitina y apamina, mejorando la circulación local en enfermedades artríticas y reumatoides que cursan con trastornos de microcirculación sanguínea, como la necrosis fibrinoide. Generalmente, el veneno es utilizado para problemas de artrosis, artritis, trombosis, inflamaciones, esclerosis múltiple, hipertensión, neoplasias, neuritis, neuralgias, reumatismos, queratoconjuntivitis, bocio exoftálmico, reumatismo, arteriosclerosis; además, disminuye niveles de colesterol, regula hipotensión arterial y problemas cardiacos.
La cera de abejas se puede definir como un lípido complejo que incorpora componentes orgánicos que se muestran en forma líquida. Es producida por glándulas específicas denominadas cerígenas, las cuales, desarrolla la abeja cerera o constructora a los 13 días de eclosionada; abejas especializadas en producir secreciones en forma de escamas, provenientes de cuatro pares de glándulas localizadas del cuarto al séptimo esternito abdominal; la cantidad promedio de miel que consume para producir aproximadamente un kilogramo de cera es de 8 a 10 kg. La cera pura de abeja es blanca, el color amarillo en los panales es causado por pigmentos de caroteno provenientes del polen y propóleos. El sabor de la cera normalmente es agradable y no es específico; cualquier sabor desagradable es señal de deterioro de la calidad debido a presencia de materia extraña. El olor debe ser agradable y parecido a la miel.
Está formada por ácido esteárico, palmítico, cerótico, hidrocarburos y alcoholes monohídricos, las abejas utilizan la cera para construir sus panales, opérculo de cría o miel, así como, celdas reales. Puede perdurar muchos años, como el caso de la cera identificada en tumbas egipcias donde se ha conservado; ésta se vuelve más dura y quebradiza con el paso del tiempo, especialmente a temperaturas bajas.
Procesamiento
La cera se extrae de opérculos provenientes del proceso de desoperculado durante la extracción de miel o de segmentos de panal raspados de la colmena. La que se obtiene a partir del opérculo es de mejor calidad. El peso del opérculo húmedo corresponde a la miel; una vez extraída la mayor cantidad de ésta, posterior al desoperculado, se funde a 62 - 64 °C, se vacía en moldes y se dejan enfriar para formar marquetas de cera. Pueden reunirse de 2.5 a 3 kg de cera por cada 100 kg de miel extraída.
De igual forma, los panales viejos y los recolectados de las colmenas son derretidos, pero presentan mayor cantidad de impurezas, por lo que estando en estado líquido, se pasa a través de un colador con malla de alambre de 3 mm. Ocasionalmente, los apicultores después de derretir la cera la dejan solidificar y por medio de raspado eliminan las impurezas que por densidad fueron separadas de la cera.
La cera en marqueta es utilizada para elaborar hojas de cera estampada, las cuales, se fijan en nuevos bastidores para hacer más eficiente la producción (Figura 2.7), ya que ahorra tiempo para formar panales, así como, el consumo de miel para la secreción de cera.
De forma rústica, a la cera líquida se introducen moldes de madera hidratada con dimensiones de bastidores de cámara de cría; ya solidificada, se separa del molde obteniendo hojas de cera (Figura 2.8); posteriormente, pasa a través de una estampadora de rodillos para gravar la forma hexagonal de las celdillas.
De forma tecnificada, existen implementos semiautomáticos para facilitar el proceso; algunos de ellos, como la estampadora vertical, permiten obtener hojas de cera con el grabado en el momento que solidifica la cera. No es necesario tomar precauciones especiales para almacenar la cera de abeja, es suficiente con mantenerla alejada de pesticidas y calor excesivo.
Beneficios
La cera se recoge y reutiliza en la apicultura y otros sectores, como el alimentario, químico, farmacéutico o cosmético. En la industria agroalimentaria, la cera de abeja se utiliza como aditivo alimentario, como agente de glaseado en la elaboración de pasteles, para el tratamiento de algunas frutas, como complemento alimenticio y como portador de sabor. La cera de abejas juega un papel como aglutinante, espesante y transportador de fármacos y libera retardantes en las preparaciones farmacéuticas. En el campo de la medicina, es un producto que tiene efectos positivos en el proceso de cicatrización de heridas cuando se usa en el cuidado, así como en el tratamiento de heridas, debido a su actividad antinflamatoria y antimicrobiana, propiedad conferida por los flavonoides y antioxidantes. Cuando se aplica tópicamente, los compuestos antibacterianos y antifúngicos de su composición pueden afectar la producción de citoquinas por parte de las células de la piel, razón por la cual en la cosmetología se usa para elaborar cremas, labiales, astringentes, mascarilla y depilados. En odontología se usa para elaborar moldes dentales, incrustaciones, cálculos dentarios, y fortalecimiento de encías. De igual forma, se emplea para elaborar artesanías que generen una fuente alterna de ingresos para el productor, como velas y cirios litúrgicos, entre otros.
La cera se ha utilizado para impermeabilizar, lustrar, cubrir lonas, carpas; en la antigüedad se mezclaba con las resinas de los árboles para sellar las embarcaciones y evitar filtraciones de agua. Las esculturas eran resanadas con cera para cubrir las imperfecciones, de ahí que la palabra “sincera” denote pureza. Por otra parte, también se emplea en restauración y conservación de obras de arte.
La jalea real es secretada por las glándulas hipofaríngeas y mandibulares, localizadas en la cabeza de las abejas nodrizas. La actividad glandular inicia a partir del sexto día de eclosionadas y se atrofia gradualmente al doceavo. Esta substancia es alimento larval durante los primeros tres días de nacidas, excepto para aquellas seleccionadas a ser abejas reina, ya que reciben en todo momento jalea real, permitiendo desarrollar una larva de reina en 16 días, a diferencia de los 21 días que tarda en emerger la obrera. La abeja reina presenta desarrollo físico, longevidad y capacidad reproductiva superior a las obreras, es por ello el interés del consumo de este producto, el cual data sus inicios en el continente asiático propagando su utilización en Europa y América Latina durante los últimos años.
La composición química de la jalea real está influenciada por las estaciones y las características de la región donde habitan y se alimentan las abejas. También depende de la raza de la abeja melífera, del momento en que se recolecta la jalea real y de las variaciones fisiológicas y metabólicas entre las abejas nodrizas.
La jalea real presenta consistencia viscosa, luce de color blanco nacarado, sabor ácido y olor característico, y solidifica fácilmente al contacto con el aire. Es parcialmente soluble en agua, presenta pH ácido de 3 a 4. Está compuesta por agua en un rango de 60 % a 70 %, carbohidratos de 11 % a 23 % (fructosa y glucosa representa más del 80 %), proteínas de 9 % a 18 % (se considera que desempeñan un papel fisiológico específico en el desarrollo de la abeja reina), lípidos de 4 % a 8 %; es rica en aminoácidos, contiene al menos 17, incluidos 8 esenciales, y ácidos grasos, principalmente triglicéridos u otros como hidroxioctanoico o ácidos dicarboxílico y acetilcolina. Los minerales identificados son el potasio, hierro, zinc, cobre y manganeso. Las vitaminas también están presentes, principalmente el complejo B, ácido pantoténico, tiamina, riboflavina, piridoxina, niacina, inositol, biotina y vitaminas C, A, E, D y K.
Procesamiento
En términos prácticos, el procesamiento de la jalea real es un proceso de cría de reinas interrumpido, donde se utilizan dos colmenas sanas, bien pobladas, sin ningún tratamiento médico y alimento disponible para favorecer la secreción de las glándulas hipofaríngeas. La primera, contiene una reina joven seleccionada para proporcionar cría de traslarve, menores de 48 hrs. de edad; la segunda, es una colonia huérfana, donde se introducen las copaceldas ya traslarvadas. Posteriormente, las abejas alimentan la cría de las copaceldas como futuras abejas reinas. Tres días después se obtiene la jalea real. Se recolecta aproximadamente de 78 a 120 g por colmena cada tercer día. Se recomienda envasarla en frascos de color ámbar oscuro y almacenarla en refrigeración a unos 4 °C.
Beneficios
En la medicina moderna y tradicional, la jalea real se usa ampliamente como un complemento nutricional dietético, así como un tratamiento eficiente para los seres humanos contra una amplia gama de condiciones de salud crónicas.
Los primeros registros sobre los beneficios de la jalea real fueron realizados por el Premio Nóbel alemán Bergius, quien reportó que el consumo de este alimento larval otorga gran dinamismo y vitalidad. La difusión importante comenzó cuando el Papa Pío XII tomó durante algunos días un extracto, el cual produjo un efecto restaurador y fortalecedor. Sin embargo, los resultados terapéuticos no se obtenían debido al escaso conocimiento sobre dosificación o su conservación, dando como resultado un descrédito, el cual, tardó años en recuperarse.
Hoy en día, se reportan diferentes propiedades terapéuticas y cosméticas atribuidas a la jalea real, donde los ácidos grasos (80 a 85 % de los lípidos totales) son responsables de muchas de ellas, particularmente el ácido 10-hidroxi-2-decenoíco (10-HDA), el cual, hasta la fecha, no se ha informado de ningún otro producto natural que lo contenga, ni siquiera otro producto de las abejas, de acción antibacteriana contra Micrococcus pyrogenes; los péptidos, ricos en aminoácidos esenciales como antioxidante, antibacterial y antitumoral, ya que muestran una fuerte actividad de eliminación de los radicales hidroxilo y peróxido de hidrógeno; los ácidos grasos, como inmunoestimulante, antibacterial, antifungal, antiviral y antitumoral, mantienen la piel sana; los compuestos fenólicos, como antiinflamatorio, antioxidante y antibacterial; y el complejo B, relacionado con actividad revitalizante, y que, adicionalmente, se asocia con la actividad sexual o gonadotrópica, sin embargo, existen estudios que indican que no contiene niveles nutricionalmente activos de vitamina E, (vitamina liposoluble relacionada en la reproducción) y los niveles de testosterona presentes son de 0.012 mg/kg, mientras que un hombre adulto produce en promedio 500 000 mg/kg.
Para evaluar la calidad de la jalea real, se adaptó como marcador de frescura el contenido de 10-HDA: un contenido superior a 1.8 % se considera como muestra fresca y auténtica. Las cantidades de 10-HDA se ven mermadas por las condiciones de almacenamiento. El tiempo y la temperatura son condiciones por considerar para evitar la oxidación del producto.
En productos de cosmética se utiliza por su riqueza en elementos precursores del colágeno, una proteína esencial para la conservación de la piel. Es notable su potencial, sin embargo, debido a que la jalea real tiene una composición compleja, es necesario analizar y realizar estudios que respalden sus beneficios terapéuticos.
Fuentes:
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Cordón MC, Sánchez SJ. Control de calidad del polen apícola. 8° Congreso Internacional de Actualización Apícola; 2001 mayo 25-27; Puebla (Puebla) México. México: SAGARPA, ANMVEA, 2001:22-24.
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Secretaria de Agricultura, Ganadería Desarrollo Rural Pesca y Alimentación. Polinización de cultivos. México (DF): SAGARPA, 2001.
Secretaria de Agricultura, Ganadería Desarrollo Rural Pesca y Alimentación. Figuras de cera. México (DF): SAGARPA, 2001.
Secretaria de Agricultura, Ganadería Desarrollo Rural Pesca y Alimentación. Producción de Polen. México (DF): SAGARPA, 2001.
La apicultura es una actividad agropecuaria orientada a la crianza de abejas, que se ha desarrollado a la par del surgimiento de las civilizaciones.
En nuestro país tiene un alto valor social y económico, pues de ella dependen más de 43 mil productores, cuyo esfuerzo permite que México se ubique como el tercer exportador de miel en el mundo, después de China y Argentina.
A pesar de los problemas vinculados a la producción apícola en México; tales como la presencia de la abeja africana (desde 1986) y la Varroa (desde 1992), el cambio climático y el deterioro de los recursos naturales; la apicultura nacional ha mantenido sus niveles de producción, lo que refleja el arduo trabajo de los apicultores mexicanos y el impacto positivo que han tenido los programas de apoyo gubernamental, tal es el caso del Programa de Adquisición de Activos Productivos y el Programa Soporte en Inocuidad Pecuaria.
La producción de miel en México en el periodo 2014-2018 registró variaciones, reportándose un promedio de producción anual de 57,995 toneladas. En materia de exportaciones, durante el mismo periodo se enviaron al extranjero alrededor de 34 mil toneladas anuales, teniendo como destinos principales: Estados Unidos, Alemania, Bélgica, Arabia Saudita y Reino Unido; generando así un ingreso promedio anual de 124 millones de dólares, lo que confirma que la apicultura es una importante fuente de divisas para la economía mexicana.
Actualmente, a nivel internacional, se están impulsando proyectos para que los pequeños productores implementen la apicultura como una forma de ayudar a fortalecer su economía, promover el desarrollo de las comunidades y asegurar la continuidad del hábitat y de la diversidad biológica.
La polinización de las plantas en flor, silvestres o cultivadas, es indispensable para que la vida continúe sobre la tierra. Este proceso es esencial con un valor inestimable.
Tradicionalmente, en casi todas las sociedades, la miel ha tenido una función medicinal y nutritiva. Ya sea comercializada a granel o envasada, la miel produce ganancias y es capaz de crear medios de vida y desarrollo en varios sectores dentro de una sociedad.
La cera de abeja es un producto importante de la apicultura. La mayor parte del abastecimiento mundial proviene de los países en vías de desarrollo.
Los demás productos de la apicultura, como el polen, propóleos y la jalea real pueden ser comercializados, aunque se necesiten técnicas y materiales específicos para obtenerlos.
Los apicultores y otros miembros de la comunidad pueden generar bienes usando la miel y la cera de abeja en la elaboración de productos derivados, tales como candelas, ungüentos para la piel y hasta cerveza. La comercialización de un producto derivado generalmente se traduce en mejores ganancias al productor que la venta de la materia prima.
En muchas sociedades, los productos de la apicultura son usados para la Apiterapia.
La miel de abeja, la cera y sus productos derivados, tales como velas y productos alimenticios, tienen valor cultural asociado.
Estos beneficios fortalecen el sistema de vida y desarrollo de la población. La apicultura puede contribuir a reducir la vulnerabilidad económica de las comunidades, sobre todo en los estratos más pobres. Promueven un entorno de desarrollo económico sustentable.
Fuentes:
Si bien la polinización no es un producto, sino un servicio obtenido a través de la apicultura. En muchas zonas del país es una fuente alterna de ingresos y, de hecho, en entidades como Sinaloa, Chihuahua y Coahuila, se ha convertido en el fin principal del aprovechamiento de las abejas, quedando como actividad secundaria la obtención de miel.
En 2008, más de 135 500 colmenas fueron destinadas a la polinización de cultivos hortícolas y frutícolas, presentando una marcada recuperación en los últimos años en número de colmenas y en superficies agrícolas atendidas, redituando ganancias muy importantes, tanto para el apicultor como para el agricultor.
Los cultivos beneficiados con la polinización por abejas son
principalmente los orientados a obtener productos destinados a la
exportación, destacando el pepino, berenjena, calabacita, sandía, melón,
cártamo, manzana, fresa, aguacate, cítricos, entre otros.
Cuadro 2.1. Colmenas utilizadas en polinización durante el 2008
Delegación Agricultura | Cultivos | Colmenas |
---|---|---|
Sinaloa | Pepino, melón, sandía, calabaza y cártamo | 35,000 |
Sonora | Hortalizas, cucurbitáceas | 24,018 |
Chihuahua | Pepino, melón, manzana | 20,000 |
Michoacán | Aguacate, fresa, melón | 20,000 |
Colima | Mango, melón, sandia | 8,000 |
Tamaulipas | Hortalizas, cítricos | 8,000 |
San Luis Potosí | Cítricos, melón, sandía y hortalizas | 6,200 |
Baja California | Fresa | 2,150 |
Durango | Manzana | 2,000 |
Coahuila | Manzana | 1,800 |
Guanajuato | Pepinillo, calabacita | 1,600 |
La Laguna | Melón y sandia | 1,530 |
Nuevo León | Cítricos | 1,500 |
Nayarit | Aguacate, melón, sandía, mango | 1,200 |
Otras | 2,588 | |
Total | 135,586 |
Fuente:
Según datos del informe de evaluación de la Plataforma Intergubernamental Científico-normativa sobre Diversidad Biológica y Servicios de los Ecosistemas sobre polinizadores, polinización y producción de alimentos, las especies polinizadoras son, en su inmensa mayoría, silvestres e incluyen más de 20 mil especies de abejas, algunas especies de moscas, mariposas, polillas, avispas, escarabajos, tisanópteros, aves, murciélagos y otros vertebrados. La gestión de algunas especies de abejas está muy extendida, entre ellas la abeja melífera occidental (Apis mellifera), la abeja melífera oriental (Apis cerana), algunos abejorros, abejas sin aguijón y algunas abejas solitarias.
El siguiente video, realizado en 2018 por el IPBES, resalta este importante aspecto:
Del lugar y condiciones que dispongan las abejas dependerá en gran medida que los resultados del apiario sean satisfactorios. Si las abejas cuentan con los medios para fortalecer y desarrollar su colonia, acopiarán néctar y polen en abundancia, lo que se traducirá en beneficios económicos para el apicultor.
La instalación de los apiarios debe hacerse en terrenos que, al momento de la floración, no estén sujetos a la aplicación de plaguicidas agrícolas y otras sustancias tóxicas. Debe evitarse la instalación de apiarios cerca de sitios de descarga de aguas residuales, granjas pecuarias, a pie de carretera, fábricas o zonas urbanas y escolares, principalmente.
En México se lleva a cabo un fenómeno biológico denominado africanización, por lo que existe el riesgo de problemas causados por ataques de abejas a personas y animales. Para evitar esta situación, se recomienda ubicar los apiarios en zonas que ofrezcan el máximo nivel posible de seguridad a la comunidad. Estas y otras sugerencias son fundamentales para la buena instalación de un apiario. El apicultor debe estar atento a las condiciones que puedan beneficiar o afectar a las abejas y a la calidad de sus productos en todo momento, a fin de evitar riesgos innecesarios.
Así mismo, en la instalación de apiarios, se debe evitar colocar las colmenas en lugares húmedos. En regiones muy calurosas se recomienda ubicarlas en sitios con sombra y procurar que no sean completamente cerradas. El lugar en donde se instalen las colmenas debe estar limpio de maleza, sin hormigueros u otras amenazas para las abejas a su alrededor. Las colmenas se deben colocar sobre una base resistente de metal, piedras o ladrillos para que no estén directamente sobre el piso, y así alcancen una altura mínima de 20 cm, lo que facilitará su manejo y favorecerá la ventilación de la colmena. La instalación de apiarios debe contar con el espacio suficiente entre colmenas y deberá estar debidamente señalizado. Se procurará que el lugar cuente con buen acceso todo el año para el vehículo o equipo que se use en el traslado o recolección de alzas.
Se sugiere también que el apiario se sitúe preferentemente en un lugar nivelado y seco, con espacio suficiente, de tal forma que se transite libremente por detrás de las colmenas para realizar las diferentes prácticas de manejo. Se recomienda de 2 a 3 metros de separación entre cada colmena.
El manejo en las colmenas reúne una serie de actividades y procedimientos destinados a aumentar la reproducción de las abejas y posteriormente su productividad. En el manual de Buenas Prácticas Pecuarias en la Producción Primaria de Miel, publicado por la Secretaria de Agricultura (anteriormente SAGARPA), se incluyen las consideraciones para la compra y uso de cera estampada, así como la alimentación artificial.
Fuentes:
Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia.
SAGARPA. (2018). Buenas Prácticas Pecuarias en la Producción Primaria de Miel.
Una división es la toma de una o varias colmenas de abejas capaces de formar una nueva colonia. La división es para aumentar el número de colmenas en producción en la época de cosecha. Es una práctica que se realiza 2 meses antes de primavera en trópico, es decir, en los meses de enero y marzo con la finalidad de poseer gran número de colmenas ya sea en el año en curso o en la siguiente cosecha.
Otra de las razones de las divisiones es para disminuir la fiebre de la enjambrazón, control de las enfermedades y para aumentar los ingresos por la venta de los núcleos resultantes de las divisiones. Antes de hacer la enjambrazón artificial primero se debe tener un conocimiento general de su pasado de las colonias participantes como colonia madre, edad de la reina, provisiones, patrón de postura, estado de salud y su nivel de producción en los últimos dos años.
Existen muchas formas de enjambrar artificialmente a las colmenas, sin emabrgo, en este apartado únicamente se explicará 3 maneras que son las más usadas en la apicultura:
División en dos a partir de una colmena. La colmena se divide en dos partes iguales, tomando igual número de cuadros, abejas para ambas nuevas familias y la reina queda en la colmena madre. La colonia huérfana, o nueva colonia, se coloca en el sitio de la cepa madre con el fin de reforzar con las pecoreadoras que estaban fuera al momento de realizar la división. La cepa madre es llevada a 20 metros del sitio original, para evitar que las abejas sin reina se cambien de caja, ya que no están acostumbradas a vivir sin reina.
Método de abanico. Se toman 8 cuadros con abejas sin reina de la cepa madre y se trasladan a una caja nueva, esto es colocado en el sitio de la madre para reforzar con las pecoreadoras que llegan de recolectar néctar y polen, por lo que la colmena original con dos cuadros, junto con la reina, es llevada a 20 metros de su sitio original. La colmena con 8 cuadros sin reina se divide en 4 nuevas colonias. Después de 8 a 10 días se considera un periodo suficiente para que las abejas construyan celdas realeras.
Método provenzal. Es un método similar al método de abanico, solo que los dos cuadros con abejas y sin reina se llevan lejos del sitio original, mientras los otros 8 cuadros más la presencia de la reina, permanecen en el sitio original de la colmena madre.
Fuente:
Universidad Autónoma Chapingo. (2012). Manual de Apicultura.
En apicultura, se denomina trashumancia al movimiento de colmenas de una localización geográfica a otro lugar. La apicultura trashumante es la que realizan los apicultores que movilizan sus colmenas, según las diferencias térmicas y climáticas debidas a la latitud, longitud y altitud, que repercuten sobre la floración de interés apícola. De esta manera, se introdujo al continente americano y australiano la especie de Apis mellifera.
Cuando las floraciones se producen de forma muy distanciada, se ralentiza la oviposición de la reina, disminuye el relevo generacional y desciende la población. Si las abejas tienen que recurrir a las reservas de los panales, motivadas por un cese de los aportes a la colmena, entonces la puesta se detiene por completo, la colmena se somete a restricciones e incluso a la expulsión de los zánganos como una adaptación obligada a esa situación de penuria. Esto perjudica al apicultor al no generar excedentes de miel sobre los panales.
Jaime Rodríguez López, delegado federal de AGRICULTURA en Michoacán, informó en 2017 que en dicho estado los servicios de polinización que demandan los productores de melón, pepino, fresa, zarzamora, frambuesa, arándano y aguacate, favorecieron la trashumancia al registrar movilizaciones de colmenas procedentes de otros estados y del interior de la misma entidad, de alrededor de 20 mil colmenas para este propósito, lo cual seguirá incrementándose, ya que se requieren poco más de 600 mil colmenas, aproximadamente, para cubrir la demanda de dicho servicio.
Es importante considerar que para realizar esta práctica en México, se debe contar con el Certificado Zoosanitario de Movilización, expedido por SENASICA, en particular con los requisitos referentes a las abejas.
Fuente:
Desde 1986, la apicultura nacional se ve afectada por la africanización de las abejas, la cual consiste en el establecimiento de las características dominantes de la abeja africana Apis mellifera scutellata sobre las colonias de abejas locales de origen europeo, denominándose abejas africanizadas, mismas que presentan un mayor comportamiento defensivo, de enjambrazón, evasión y pillaje, lo que incrementa los costos de producción hasta un 30 % debido al cambio anual de abejas reina, compra de equipo de protección, manejos específicos y reubicación de apiarios, entre otros. Además, debido a su alta defensividad, aumenta el número de incidentes por picadura de abejas en personas o animales, lo que ocasiona un malestar entre la población, incitando a la destrucción de apiarios y el abandono de la actividad.
Tras los daños causados por la abeja africana en Sudamérica, y con el fin de reducir su impacto negativo para proteger el valor social y económico de la apicultura en México, se creó en 1984 mediante un decreto presidencial el Programa Nacional para el Control de la Abeja Africana (PNPCAA), con el objeto de implementar cuatro fases en la estrategia de acciones para proteger la actividad apícola: prevención, contención, control y mejoramiento.
Desde la llegada de las abejas africanizadas a México, el impacto sobre la producción de miel se observó en el rendimiento promedio por colmena, el cual disminuyó aproximadamente un 25 %. Esto aunado a la reducción en el inventario apícola, ocasionó que la producción nacional de miel se redujera en un 34 % al cabo de diez años de su introducción.
La africanización se considera como un problema socioeconómico y de salud pública que enfrenta la apicultura nacional, debido a que presenta mayores efectos negativos que positivos; sin embargo, al ser un problema de carácter genético, el control debe ser continuo para que los genes que expresan la defensividad en las abejas no sean mayores a los que expresan las características de producción, acciones encaminadas en el aprovechamiento de algunas características de estas abejas, ya que diferentes estudios señalan que colonias de abejas con niveles de africanización menores al 25 % pueden ser manejables de forma adecuada y presentar un control activo contra las enfermedades.
Actualmente la Coordinación General de Ganadería, a través del PNPCAA, mantiene e impulsa acciones relacionadas con el mejoramiento genético de abejas reinas para disminuir los efectos negativos de la africanización; esto a través de la supervisión técnica de criaderos que implementan programas de selección y mejoramiento genético. En promedio, se cuenta a nivel nacional con cuarenta criaderos certificados en la producción de abejas reinas comerciales y/o productores de núcleos de abejas, así como tres criaderos de abejas reinas progenitoras. Se estima una producción anual de más de 200 mil abejas reinas seleccionadas con buenas características de producción y control de enfermedades, que fomentan la sana convivencia de la apicultura productiva con las abejas africanizadas.
Adicionalmente, el PNPCAA proporciona diferentes servicios como la capacitación especializada y transferencia de tecnología apícola a productores y técnicos en relación con el manejo integral de la colmena, así como a brigadistas de protección civil y de los cuerpos de bomberos en la prevención y control de enjambres.
Fuente:
Coordinación General de Ganadería con información del Sistema de Información Agroalimentaria de Consulta (SIACON)
Los programas y sus componentes están sujetos al presupuesto autorizado en el Presupuesto de Egresos de la Federación para el año fiscal correspondiente; incluyen estímulos de diferente orden y sus objetivos, componentes y conceptos se complementan para atender las necesidades de los productores, se puede consultar en la página web de la Secretaría los diferentes programas en los últimos años (https://www.gob.mx/agricultura#341)
Operación del componente fomento a la ganadería.
Objetivo específico: contribuir a la productividad de las unidades económicas pecuarias de manera sostenible.
Cobertura particular: nacional, conforme a las convocatorias emitidas por la Unidad Responsable para la obtención de los apoyos descritos en las Reglas de Operación Publicadas en el Diario Oficial de la Federación; la suficiencia presupuestal, las prioridades marcadas en el PND y en el Programa Sectorial.
Población objetivo particular: personas físicas y morales dedicadas a la actividad pecuaria, dando atención prioritaria a pequeños productores pecuarios que de manera individual posean entre 5 y 35 vientres bovinos o su equivalente en otras especies en sus Unidades de Producción Pecuaria (UPP).
Para el Ejercicio Fiscal 2022 los apoyos del componente incluyeron abejas reina, núcleos y equipo apícola.
Fuente:
AGRICULTURA (2022). Programas de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural.
Objetivo general del Programa: Mejorar los rendimientos de los cultivos y productos elegibles del Programa de los productores agropecuarios de pequeña o mediana escala, para contribuir a la autosuficiencia alimentaria.
Cobertura: Nacional conforme a la suficiencia presupuestaria y a lo establecido en las Reglas de Operación.
Población objetivo: Productores de pequeña o de mediana escala, con predios o unidades de producción, preferentemente de granos (maíz, frijol, trigo panificable y arroz, entre otros), amaranto, chía caña de azúcar, café, cacao, nopal, miel o leche.
Fuente:
AGRICULTURA (2022). Programas de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural.
La abeja africana se reportó por primera vez en México en 1986. Estas abejas se caracterizan por presentar elevado comportamiento reproductivo, escaso almacenamiento de miel, abandono o evasión de las colmenas ante situaciones de riesgo o falta de alimento y un marcado instinto de defensa. Su comportamiento puede ocasionar pérdidas en la infraestructura (colmenas despobladas), disminución de la producción apícola, mayores costos de producción para los apicultores (por la necesidad de usar equipo de protección, la reubicación de sus apiarios hacia zonas más alejadas y el cambio de abejas reina) y frecuentes ataques a personas y animales domésticos, lo que adicionalmente ocasiona el rechazo de la población a la presencia de apiarios. Todo esto, puede llevar al abandono de la actividad por parte del apicultor. Paradójicamente, la abeja africana tiene un alto potencial para generar abejas con buenas características, mediante selección y mejoramiento genético.
Previo al arribo de la abeja africana a México, y con el propósito de evitar un impacto negativo en la apicultura, similar a lo registrado en Sur y Centroamérica, el 30 de octubre de 1984 se emitió el decreto presidencial por el cual se considera de orden público e interés social la prevención y control de la abeja africana. Posteriormente, la entonces Secretaría de Agricultura y Recursos Hidráulicos (ahora AGRICULTURA) creó el Programa Nacional para el Control de la Abeja Africana, el 3 de diciembre de 1984; y el 10 de abril de 1985 se publicó el acuerdo por el cual se establece el Comité Consultivo, como instrumento de coordinación y asesoría para el cumplimiento del Programa.
De igual forma, se estableció un laboratorio de Identificación y Diagnóstico Apícola (LIyDA) a cargo de la Biol. Esperanza Ochoa Torres, sin embargo, el equipo y el personal fue reubicado para el año 1995 debido a que la Dirección de la Subcomisión Técnica del Comité Consultivo para el Control de la Abeja Africana fue adscrita a la entonces Dirección General de Ganadería (ahora Coordinación General de Ganadería); las nuevas instalaciones no daban cabida a un laboratorio, por lo que desde ese mismo año y hasta la fecha el LIyDA se encuentra ubicado en la Representación de la Secretaría de Agricultura de la Ciudad de México.
Tomando como base el proceso de africanización en el sur del continente y ante el inminente arribo, dispersión y establecimiento de la abeja africana en nuestro país, se consideraron cuatro fases en la estrategia de acciones a adoptarse en la actividad apícola, para afrontar a la abeja africana y sus posibles efectos:
La primera fase, denominada prevención, comprendió las actividades de los apicultores previo al ingreso de las abejas africanas a su región, a fin de que afrontaran el problema con la mayor capacidad y preparación.
En la segunda fase, conocida como contención, se consideró la vigilancia y notificación del arribo de los primeros enjambres, así como la ejecución de acciones para retrasar la dispersión y multiplicación de colonias africanas. Se inició la captura del máximo posible de enjambres africanos, así como la protección de la comunidad y los animales domésticos.
La tercera fase, llamada control correspondió a la reproducción de las colonias africanas. En esta fase, se requirió intensificar las acciones de control, sobre todo orientadas a inducir el cambio de reinas, a fin de mantener las características favorables de las abejas producto de la cruza de reinas europeas y zánganos africanos; así como el desarrollo de investigación científica sobre la abeja africana.
La cuarta fase, nombrada mejoramiento, fue aplicable tras la saturación. En ella, se han mantenido acciones y técnicas de control conocidas. Se aplica el mejoramiento genético y el desarrollo de estudios tendientes al aprovechamiento óptimo de las colonias africanas seleccionadas.
Tal como fue previsto, actualmente existe presencia de abejas africanizadas en todas las regiones apícolas del país, representando un riesgo latente para la producción apícola y para la sociedad. Al no existir una tecnología que permita su erradicación, se requieren acciones de control en forma permanente, para evitar altos niveles de africanización en los apiarios (reemplazo de genes europeos por africanos en las abejas) y los efectos mencionados.
Con el propósito de proteger a la población contra accidentes con enjambres o colonias de abejas africanizadas; a las abejas como principales agentes polinizadores en la producción de alimentos y por consiguiente el valor social y económico de la apicultura en México; a través del Programa Nacional para el Control de la Abeja Africana se proporcionan diversos servicios a los apicultores, destacando:
El acompañamiento técnico a los productores apícolas sobre la importancia, prevención y control de los riesgos derivados de la presencia de la abeja africanizada y las acciones inherentes como son: la correcta instalación de apiarios, el manejo, control y aprovechamiento de enjambres, y la sustitución de abejas reina, entre otros.
La supervisión y asesoría a productores o criadores de abejas reina y de núcleos de abejas interesados en obtener la certificación genética y sanitaria de la producción del material biológico apícola, para garantizar que éste se obtenga, comercialice y movilice en estricto apego a la normativa oficial. Adicionalmente, esta acción permite a los productores ser proveedores de este material biológico en los programas de apoyo de AGRICULTURA.
La asesoría para el desarrollo de programas de selección y mejoramiento genético apícola, a fin de que los productores, especialmente en las zonas con alta presencia de abeja africana, aprovechen las características favorables de esta abeja (mayor actividad y menor susceptibilidad a la presencia de enfermedades) y reducir la frecuencia de aquellos comportamientos negativos, para que una vez seleccionada, puedan emplearla como pie de cría en la producción de abejas reina.
La asesoría para la prevención de accidentes en personas y animales, como mecanismo para reducir riesgos a la población, el rechazo a la práctica apícola en zonas rurales por temor a las abejas, y posicionar la importancia de la apicultura entre la población.
La atención de solicitudes de servicios de capacitación en el manejo y control de enjambres para la prevención de accidentes, dirigidos a los cuerpos de seguridad, como son los cuerpos de bomberos y de policía municipal, así como las brigadas de protección civil, entre otras.
La promoción e inducción, directamente con las instancias de protección civil en sus distintos niveles, para la integración de los comités para el control de la abeja africana. Asimismo, la inducción de campañas de promoción a la prevención de accidentes por abejas, en coordinación con las instituciones vinculadas a la protección de la ciudadanía.
La coadyuvancia con las instancias municipales de protección civil para prevenir accidentes por abejas en la población.
La organización y realización de eventos para la promoción del consumo de la miel y otros productos de las abejas, y fomentar la importancia de la apicultura (en especial de las abejas), como mecanismo para generar mayores ingresos a los productores, necesarios para afrontar el incremento en sus costos de producción, derivados de la presencia de la abeja africana. Entre estas acciones se encuentran:
Eventos de degustación de miel y subproductos apícolas (EXPOMIEL), en los cuales los propios apicultores realizan la comercialización de sus productos y asesoran al público en general acerca de sus propiedades y de la forma en la que pueden prevenir fraudes por la venta de productos adulterados o apócrifos.
Organización del concurso de dibujo infantil, realizado año con año, a nivel estatal y nacional, en coordinación con instancias de educación, consistente en la difusión de la importancia de la abeja y sus productos, a través de pláticas en escuelas y la convocatoria para que los niños elaboren dibujos con dicha temática.
La capacitación especializada, para la adopción de tecnología y la diversificación de la actividad apícola, sustituyendo el esquema tradicional de producción exclusiva de miel y su comercialización a granel por la producción adicional de polen, propóleos, jalea real y su agregación de valor mediante la industrialización para generar subproductos, como complementos alimenticios y cosméticos, entre otros.
El acompañamiento técnico en la adopción de las Buenas Prácticas de Producción apícola, a fin de que los productores apícolas puedan integrarse a las cadenas productivas y se mantenga la competitividad de la miel mexicana en el mundo, aun cuando se trabaja con abejas africanizadas. Como parte de esta acción, se realiza la supervisión de unidades de producción y se emite un reconocimiento a los productores que modifican su infraestructura y procedimientos productivos conforme a los Manuales de Buenas Prácticas de Producción de Miel, elaborados y difundidos por AGRICULTURA.
Los análisis en el LIyDA para determinar el grado de africanización, el diagnóstico de enfermedades de las abejas adultas como: Nosemoosis, Acarioosis y Varroosis, además de impartir capacitaciones técnicas a estudiantes y profesionistas del área apícola.
Los distintos servicios se proporcionan a demanda y de forma gratuita, a través del personal adscrito a este programa en las delegaciones y en las oficinas centrales de AGRICULTURA, siendo susceptibles de atención todos los productores y organizaciones solicitantes, de acuerdo con la disponibilidad de recursos.
Fuentes:
Coordinación General de Ganadería.
En junio de 2021, se publicó en el Diario Oficial de la Federación el AVISO por el que se da a conocer el portal de Internet en el que se puede consultar la Estrategia Nacional para la Conservación y Uso Sustentable de Polinizadores (ENCUSP); la cual tiene el objetivo de orientar las políticas y el trabajo de los sectores productivo y ambiental en lo relativo a la conservación de los servicios ecosistémico que brindan los polinizadores, a fin de contribuir al desarrollo sustentable y a la seguridad alimentaria del país.
La ENCUSP integra una visión sistémica e incluyente, en la que se promovió la participación de todos los actores relevantes en la producción de alimentos y en la conservación del ambiente como SADER, SEMARNAT, CONABIO, INIFAP, UNAM, entre otros y con ayuda de la Agencia Alemana de Cooperación para el Desarrollo Sustentable (GIZ) se concretaron las actividades para la integración del documento final.
La Estrategia permitirá encaminar al país hacia una agricultura sostenible y amigable con la biodiversidad, ya que contribuye a la atención de los objetivos del Programa Sectorial de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, que son garantizar el derecho a una alimentación nutritiva, suficiente y de calidad, tener avances en poner fin al hambre, lograr la seguridad alimentaria y promover la agricultura sustentable, y se complementa con la visión y acciones del sector ambiental.
La polinización animal es un servicio ambiental esencial en todos los ecosistemas terrestres natural y agrícola; actualmente existen múltiples factores que generan una presión y pérdida de polinizadores, por lo que la implementación coordinada y participativa de la ENCUSP constituye una acción clave para transitar de la agricultura convencional a una agricultura sustentable.
La estrategia cuenta con ocho ejes temáticos de los cuales se desprenden líneas estratégicas y acciones específicas:
Fuente:
Estrategia Nacional para la Conservación y Uso Sustentable de los Polinizadores (ENCUSP), 2021.
La Cámara de Senadores declaró el 17 de agosto de cada año, como el “Día Nacional de las Abejas”, a fin de que, con el apoyo del Congreso de la Unión, sociedad, organizaciones, instituciones y gobierno, se reconozca y valore la importancia ambiental, social y económica, y se realicen esfuerzos y acciones para conservar sus poblaciones y asegurar la permanencia de sus servicios y productos.
A nivel internacional para crear conciencia sobre la importancia de los polinizadores, las amenazas a las que se enfrentan y su contribución al desarrollo sostenible, las Naciones Unidas declararon el 20 de mayo como “Día Mundial de las Abejas”.
Fuente:
Senado de la Republica y Organización de Naciones Unidas.
El siguiente es un directorio de algunas importantes instituciones especializadas, cámaras empresariales, asociaciones de industriales, y centros editoriales vinculados al giro.
Cuadro 2.2. Asociaciones, cámaras, instituciones y publicaciones relacionadas con la apicultura
Nombre | Dirección |
---|---|
APITEC. Publicación, editada por MVZ José Pedrón. | Cerro Tres Marías No. 354, Col. Campestre Churubusco, CP: 04200, México, DF. Tel. 52 (5) 544-73-40 y 52 (5) 544-72-91 |
Notiabeja. Publicación bimestral editada por: El Programa Nacional para el Control de la Abeja Africana | Av. Municipio Libre No. 377, Col. Santa Cruz Atoyac, Alcaldía de Benito Juárez, C.P. 03310, Ciudad de México Tel. 55-3871-1000 Ext. 33211 y 33214 |
Apicultura Moderna. Instituto de Investigación Apícola de México A.C. Publicación Semestral, editada por Francisco J. Trujillo Flores | Apartado Postal 5-885, Guadalajara, Jalisco, CP 04500 Tel. 52 (3) 619-35-25 Fax. 52 (3) 640-12-92 |
Gaceta Apícola. Publicación semestral. Editada por Enrique Estrada de la Mora. | Paseo de los Burgos No. 385; Frac. Burgos, Cuernavaca, Morelos CP 62580 Tel. y Fax. 52 (73) 26-02-69. |
Cámara Nacional de la Industria de la Transformación. (CANACINTRA) | San Antonio No. 256; Col. Ampliación Nápoles, 03849, México, D.F. Tel. 563-3400, 563-0501 Fax. 598-9467 |
Confederación de Cámaras Industriales de los Estados Unidos Mexicanos (CONCAMIN) | Manuel Mª Contreras 133, piso 1 Col. Cuauhtémoc, C.P. 06500, México, D.F. Tel. 5566-7822, 5703-2591, 5703-2773. |
Asociación de Apicultores de Jesús María, Ags. | Cadena No. 605 CP 20900, Jesús María, Aguascalientes |
Asociación de Apicultores de Arteaga, Coah. | Hidalgo Nte. No. 2378, Col. República Oriente, Saltillo, Coahuila |
Asociación de Apicultores de Torreón Coahuila | Av. Sta. María No. 731 Ote.; Col. Moderna, Torreón, Coahuila |
Asociación de Apicultores de Colima | Col. Doroteo López No. 525, Colima, Colima. |
Asociación de Apicultores de San Fernando, Chis. | 1a Poniente s/n, San Fernando, Chiapas |
Asociación de Apicultores de Hidalgo del Parral | km. 2 Carr. Parral-Durango, CP 33800, Hidalgo del Parral, Chihuahua |
Asociación de Apicultores de Nuevo Casas Grandes, Chih. | Av. Benito Juárez Ezq. D. Alfaro Siqueiros, Col. Dublán, CP 31700, Nuevo Casas Grandes, Chihuahua |
Asociación de Apicultores de Chihuahua, Chih. | Priv. de Trias No. 2009 CP 33270, Chihuahua, Chihuahua |
Asociación de Apicultores de Cd. Delicias, Chihuahua | 5 de Febrero No. 409 Col. Obrera, Cd. Delicias, Chihuahua |
Asociación de Apicultores de Camargo, Chih. | Aldama No. 307 CP 33700, Cd. Camargo, Chihuahua |
Asociación de Apicultores de Xochimilco | Bugambilia No. 6 Barrio Xaltocán, CP 16090 Xochimilco, D.F. México |
Asociación de Apicultores de la Laguna de Gómez Palacio | Vía Apia No. 236 Frac. Villa Nápoles, Gómez Palacio, Durango |
Asociación de Apicultores de Canatlán, Dgo. | Abasolo No. 403 Nte. CP 34400, Canatlán, Durango |
Asociación de Apicultores de Nombre de Dios, Dgo. | Fray Jerónimo Mendoza No. 402 , Nombre de Dios, Durango |
Asociación de Apicultores de Apaseo el Alto, Gto. | Calle 5 de Mayo s/n. Belem, Apaseo el Alto, Guanajuato |
Asociación de Apicultores de León, Gto. | Ixtlacihuatl No. 610 Col. Piletas CP 37310, León, Guanajuato |
Asociación de Apicultores de Pénjamo | 5 de Mayo 3-C Zona Centro CP 36900, Pénjamo, Guanajuato |
Asociación de Apicultores de San Miguel de Allende, Gto. | Calle Real No. 24 Santa María, San Miguel de Allende, Guanajuato |
Asociación de Apicultores de Acámbaro, Gto. | Calle Vicente Guerrero No. 47 Zona Centro CP 38600, Acámbaro, Guanajuato |
Asociación de Apicultores de Acapulco, Gro. | Morelos No. 2 Col. Santa Cruz, Acapulco, Guerrero |
Asociación de Apicultores de Tlaquepaque, Jal. | Venustiano Carranza No. 232, Zona Centro CP. 45500, Tlaquepaque, Jalisco |
Asociación de Apicultores de Toluca, Mex. | Valentín Gómez Farías No. 706 Pte. CP 50080, Toluca, Edo. de México |
Asociación de Apicultores de Chalco, Mex. | 29 de Septiembre, No. 63 Barrio San Miguel, Ayotzingo, Chalco, Edo. de México |
Asociación de Apicultores de Ecatepec | Dalias No. 67, Fracc. Icalli, Ecatepec, Edo. de México |
Asociación de Apicultores de Morelia | Tlatelolco No. 43, Col. Gpe. CP 58140, Morelia, Michoacán |
Asociación de Apicultores de Purépero | Álvaro Obregón No. 736 CP 58760, Purépero, Michoacán |
Asociación de Apicultores de Zinapécuaro | Santa Cruz No. 36, Zinapécuaro, Michoacán |
Asociación de Apicultores de Tepic | Manuel Lozada No. 282, Nte. Col. l. Mateos Tepic, Nayarit |
Asociación de Apicultores de Allende | Sr. Ramón Moreno Rodríguez, Carr. Nacional y Lázaro Garza Ayala, Allende, Nuevo León |
Asociación de Apicultores de Tuxtepec | Arista No. 342 Esq. 5 de Mayo, Tuxtepec, Oaxaca |
Asociación de Apicultores de Acatzingo | Av. 2 Poniente No. 104-A, Acatzingo, Puebla |
Asociación de Apicultores de Tehuacán | 1 Norte No. 905, Centro, Tehuacán, Puebla |
Asociación de Apicultores de Huaquechula | E. Zapata No.4, Col. San Diego Acapulco, Atlixco, Puebla |
Asociación de Apicultores de Querétaro | Manuel Medina No. 207 Col. Burócrata, CP 76070, Querétaro, Querétaro |
Asociación de Apicultores de San Juan del Río | Jalpan No. 75 Granjas Banthi, CP 76808, San Juan del Río, Querétaro |
Asociación de Apicultores de San Luis Potosí | Retorno Sevilla y Olmedo No. 110, San Luis Potosí, S.L.P. |
Asociación de Apicultores de Hermosillo | Gral. Piña No. 151 Sur, Col. San Benito, CP 83000 Hermosillo, Sonora |
Asociación de Apicultores de Ahome - Sr. Rogaciano Carrera | Prog. Ganad. Sagar, G.Prieto y M.Ordoñez-Los Mochis, Sin. |
Asociación de Apicultores de Rosario | Juan Carrasco N. 9 CP 82800, Rosario, Sinaloa |
Asociación de Apicultores de Villahermosa | Andrés García N. 240 Col. 1 de Mayo, Villahermosa, Tabasco |
Asociación de Apicultores de Aldama | Apdo. Post. 13, CP 89670, Aldama, Tamaulipas |
Asociación de Apicultores de Altamira | Salón del Ejido Maclovio Herrera km. 40 Carr. Tamp-Mante CP. 89600, Altamira, Tamaulipas |
Asociación de Apicultores de Mante | Galeana No. 106 Norte, CP 89800, Mante, Tamaulipas |
Asociación de Apicultores de Juamave | Juárez No. 53, Juamave, Tamaulipas |
Asociación de Apicultores de Huamantla | Ricardo Flores Magón No. 20, Col. Morelos, Huamantla, Tlaxcala |
Asociación de Apicultores de Tlaxcala | Av. Tlahuicole No. 38, Col. López M. CP 90040, Tlaxcala, Tlaxcala |
Asociación de Apicultores de M. de la Torre | Vicente Guerrero No. 15-1 CP 93600, Martínez de la Torre, Veracruz |
Asociación de Apicultores de Álamo | Allende No. 6 Col. Centro, Álamo, Veracruz |
Asociación de Apicultores de Poza Rica | Casa N Col. Medial Lomas (Int. Pemex), Poza Rica, Veracruz |
Asociación de Apicultores de Córdoba | Hidalgo No. 12, Omealca, Veracruz |
Asociación de Apicultores de Mérida | Calle No. 31-D No. 212, Nueva Alemán, Mérida, Yucatán |
Asociación de Apicultores de Ojo Caliente | Calle Independencia No. 48-B, Ojo Caliente, Zacatecas |
Asociación de Apicultores de Fresnillo | Calle Costa Rica s/n, Col. Américas, Fresnillo, Zacatecas |
Asociación de Apicultores de García de la Cadena | Hidalgo No. 29, García de la Cadena, Zacatecas |
Asociación Nacional de Médicos Veterinarios Especialistas en Abejas A.C. | Manzanillo 83, piso 8, Colonia Roma Sur, Alcadía Cuauhtémoc. CP.06760 |
Asociación Gandera Nacional de Criadores de Abejas Reina y Núcleos | Carrera Teocelo, Xalapa Km 1, Teocelo, Veracruz |
Asociación Mexicana de Exportadores de Miel de abeja A.C. | Periférico Sur Km 7.8 Kanasin, Yucatán |
Fuentes:
Secretaría de Economía. Instituto Nacional del Emprendedor. (2019). Guías empresariales. Miel.
Coordinación General de Ganadería.
Ubicado en Ciudad Guzmán, Jalisco, en el Centro Universitario del Sur, es un centro de investigación dependiente de la Universidad de Guadalajara, creado en diciembre del 2015.
El CIABE es una unidad académica adscrita al Departamento de Desarrollo Regional, orientado a generar conocimiento mediante investigación científica, ya que cuenta con recursos humanos, materiales, equipo e infraestructura especializadas en el área de la apicultura, lo que le permite atender la problemática referente al aprovechamiento de las diferentes especies de abejas que están presentes en el estado de Jalisco, así como proponer alternativas de producción al sector apícola. Forma, además, recursos humanos científicos y profesionales, ya que está fuertemente vinculado con la formación académica de pregrado, a través de los programas educativos de las carreras de Medicina Veterinaria y Zootecnia, Licenciatura en Nutrición, Agronegocios y Derecho. Promueve la incorporación temprana a la investigación de alumnos de los citados programas educativos. Contribuye a la formación de recursos humanos técnicos con capacidad para resolver problemas relacionados con el cultivo de las abejas, vinculados con el sector productivo, mediante la impartición de cursos especializados de actualización o de capacitación.
Con el fin de fortalecer sus líneas y proyectos de investigación, establece vínculos con otras instituciones de educación superior e investigación, nacionales e internacionales, formando redes de colaboración en las que participan cuerpos académicos, grupos de investigación e investigadores afines al área apícola.
Fuente:
Conformado por estudiantes, técnicos, coordinadores de proyectos e investigadores.
Frente a las problemáticas contemporáneas relacionadas con los cambios globales, como la pérdida de biodiversidad o las desigualdades sociales, el equipo busca armonizar la relación entre la sociedad y la naturaleza.
Trabajan con dos grupos de abejas:
En torno a la abeja productora de miel Apis mellifera, desarrollan conocimientos, prácticas y procesos relacionados con la producción de miel y de una apicultura sana y amigable con el ambiente.
Con abejas nativas (por ejemplo, abejorros y abejas sin aguijón), estudian aspectos básicos de su ecología, así como su papel en los sistemas agrícolas, en la producción de miel y la polinización. Entre sus objetivos se encuentra incluir la conservación del medio ambiente en los modos de producción agrícola, así como fortalecer los vínculos en las comunidades y organizaciones campesinas involucradas, lo que permite contribuir, también, a su autonomía y bienestar.
Fuente:
Departamento de Agricultura, Sociedad y Ambiente. Colegio de la Frontera Sur.
A través del Área de Investigación: Declive de polinizadores y, específicamente, con los siguientes proyectos encabezados por el Dr. Mauricio Quesada:
Monitoreo poblacional y genético del decline de polinizadores usando como modelo Apis mellifera
Los objetivos generales de este proyecto son monitorear, analizar y documentar:
El comportamiento espacial-temporal de los polinizadores (abejas melíferas), a través del uso de micro-sensores de radiofrecuencia.
La mezcla racial y variabilidad genética de las poblaciones de polinizadores.
Los niveles nutricionales y composición florística de polen.
En general, el estudio de estos objetivos (comportamiento, genética y nutrición de las abejas) permitirá conocer bajo qué condiciones agroambientales ciertas poblaciones de abejas presentan cambios de comportamiento o variaciones en la fuente de recursos nutricionales, que pudiesen afectar su tamaño de población o sus reservas de alimento.
Además, se podrían conocer qué patrones genéticos son los más exitosos para un productivo manejo de la colmena. En conjunto, todo el conocimiento generado permitiría crear programas de asistencia, capacitación o mejoramiento genético de abejas, lo que se reflejaría en una mejor producción agrícola y apícola en México.
Evaluación de los impactos del cambio climático y cambio de uso de suelo sobre los polinizadores y sus consecuencias potenciales en el sector agrícola en México
El objetivo del proyecto es evaluar los impactos del cambio climático y cambio de uso de suelo sobre los polinizadores y sus consecuencias potenciales en el sector agrícola en México, a través de modelos de nicho ecológico, datos empíricos y experimentales. Este análisis es crucial para tomar medidas que mitiguen el impacto del cambio climático en los cultivos y en sus polinizadores, resaltando la conservación de polinizadores como prioridad nacional para asegurar el suministro de alimentos para la población mexicana.
Fuente:
Laboratorio Nacional de Análisis y Síntesis Ecológica.
En seguimiento al plan estratégico de impulso a la apicultura nacional, AGRICULTURA realiza diversas acciones orientadas a fortalecer la apicultura.
En esta dinámica, el INIFAP realiza trabajos de investigación en apicultura, apoyando los procesos de transferencia de conocimiento y tecnología, acorde a las necesidades de los productores de México.
Lo anterior contribuye a un desarrollo productivo competitivo, equitativo y sustentable, en especial con el acompañamiento técnico y capacitación a pequeños productores, mujeres y jóvenes emprendedores.
Entre las aportaciones del instituto destacan las investigaciones para el control de la Varroa (Varroa destructor), sin que se contamine la miel, mediante productos orgánicos, lo que permite combatir a este ácaro, que ha ocasionado mermas a la producción apícola en las colmenas de la península de Yucatán.
Asimismo, contribuye con diferentes componentes tecnológicos, de los cuales se cuenta con información disponible y actualizada con el desarrollo de tecnologías para el manejo de la colmena, la suplementación de alimento en épocas críticas, prevención de enfermedades y diversificación de los productos de la colmena, entre otros.
El INIFAP cuenta con diferentes publicaciones sobre apicultura disponibles en sus campos experimentales, como manuales prácticos para la Producción de Miel en el Trópico y de la Manufactura de la Miel, además de los de Polinización Apícola, de Patología Apícola, para la Elaboración de Velas y Figuras de Cera de Abeja; así como de Cría de Abejas Reina, entre otros.
Fuente:
Fortalece SAGARPA producción apícola con transferencia de tecnología. Agosto, 2017.
Perteneciente a la Coordinación de Medio Ambiente, Salud y Alimentación del Sistema de Centros Públicos de Investigación (CPI) del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACyT), lleva a cabo actividades de investigación, desarrollo tecnológico e innovación; además de servicios tecnológicos y de formación de recursos humanos especializados con programas de posgrado (maestrías y doctorados), educación continua (capacitación) e iniciación a la investigación (estancias y tesistas de pregrado). Todo ello para ofrecer soluciones tecnológicas y de capital humano que contribuyan a mejorar la competitividad de los sectores agropecuario, alimentos y bebidas, salud animal y humana, medio ambiente y energía sustentable.
En el ámbito apícola, realiza investigaciones sobre el impacto de los plaguicidas sobre las poblaciones de abejas y la apicultura en general, entre otras.
Fuente:
El Laboratorio de Servicios de Análisis de Propóleos (LASAP®-UNAM) está ubicado en la Unidad de Investigación Multidisciplinaria (UIM) de la FES (Facultad de Estudios Superiores) Cuautitlán - UNAM. Cabe mencionar que este laboratorio cuenta con profesional autorizado en Laboratorios de Constatación, distinción otorgada por el SENASICA - AGRICULTURA.
Este grupo impulsó la creación de la Norma Oficial Mexicana NOM-003-SAG/GAN-2017, Propóleos, producción y especificaciones para su procesamiento: norma de observancia obligatoria en todo el territorio nacional, publicada en el DOF 06/10/2017, y que tiene por objeto establecer las especificaciones de producción, características físicas, químicas y microbiológicas que deben cumplir los propóleos y sus extractos para su procesamiento y comercialización en el país.
Este laboratorio ofrece el servicio de evaluación del propóleo, mediante pruebas que garantizan al apicultor la calidad de su producto: la valoración física a partir del análisis del color, olor, sabor y consistencia de temperatura ambiente (parámetros que no pueden estandarizarse, pues el propóleo es recolectado de la vegetación que hay alrededor de las colmenas), y el análisis químico, estudiando la presencia de fenoles y flavonoides, compuestos que recibe de la actividad biológica.
Otro parámetro examinado es la actividad antimicrobiana frente a microorganismos como Staphylococcus aureus, principal responsable de enfermedades respiratorias; Escherichia coli, causante de padecimientos gastrointestinales y Candida albicans, uno de los hongos que más afecta a la salud humana.
Además, el servicio implementado en la FES Cuautitlán - UNAM permite que se realice un mapeo nacional de los diferentes propóleos que hay en el territorio, con el objetivo de conocer sus propiedades particulares.
El laboratorio, finalmente, impacta en los ámbitos social, económico y de la salud, porque propiciará la producción y se difundirán los beneficios que conlleva su uso para el ser humano.
Los siguientes videos muestran algunas de las actividades de este laboratorio.
Fuente:
Tradicionalmente, se considera que una colonia de abejas superior es aquella que es buena productora de miel; otro enfoque considera que son las que presentan mayor habilidad de polinización, resistencia a enfermedades, o bien, abejas muy dóciles. Es muy difícil encontrar líneas de abejas que reúnan muchas características deseadas. Por tanto, la superioridad o calidad de una colmena depende de los objetivos del apicultor y de las condiciones de la región donde estas se exploten.
Los programas de mejoramiento genético permiten reducir costos de producción, mejorar la eficiencia de la producción y, en consecuencia, la rentabilidad de la actividad; ya que, de esta manera, se obtienen abejas con mayor instinto de pecoreo, se reduce la posibilidad del ataque de enfermedades y parásitos y, por tanto, la necesidad de controlarlas mediante el uso de costosos productos químicos, potenciales contaminantes de la miel.
Las abejas de buena calidad responden satisfactoriamente a las buenas prácticas de manejo, conformando colonias vigorosas en el momento justo antes del ciclo de producción, lo que permite beneficiar y aprovechar al máximo los recursos forestales naturales; así como reducir los riesgos que las abejas con alto grado defensivo y de enjambrazón representan para la sociedad.
Las características productivas que observamos (fenotipo) en un organismo vivo, dependen en mayor o menor grado del material genético (genotipo) que le transmiten sus padres, de la calidad del ambiente donde se encuentra y de la manera que ese genotipo responde a dicho ambiente (interacción genotipo-ambiente). Los programas de mejoramiento genético consisten en identificar y propiciar la reproducción de individuos que, en el ambiente donde se encuentran, manifiestan el comportamiento deseado, asegurando que esa habilidad se transmita de generación en generación (padres a hijos).
1. Definir los objetivos de producción. Lo
primero que se debe definir antes de iniciar una empresa apícola, es
establecer los objetivos de producción en la misma; esto es, conocer qué
se quiere obtener con la crianza de las abejas. Una vez establecidos los
objetivos de producción, se definen las estrategias a seguir para
lograrlos, considerando las características más relacionadas con
estos.
2. Establecer controles de producción. Los controles de producción consisten en registrar en papel los datos que permitan clasificar adecuadamente a cada una de las colmenas, de acuerdo a su comportamiento real para la(s) característica(s) de importancia para el productor. Con base en esa clasificación, se pueden tomar decisiones acerca de cuáles abejas reproducir y hacer el manejo adecuado para mejorar su desempeño. Es indispensable identificar cada colmena con un sistema individual (de preferencia numérico); no deben existir identificaciones repetidas en colmenas del mismo productor.
2.1. ¿Qué características registrar? La superioridad de las abejas depende de muchas características económicamente importantes, por lo que cada una de éstas deberá ser cuantificada, lo cual es difícil, porque éstas pueden presentarse de forma diferente de un ambiente a otro. El ambiente incluye la temperatura, humedad ambiental, condición de la flora, topografía de terreno, competencia con otras abejas o insectos diferentes, incidencia de enfermedades, tipo de manejo de la colmena, entre otras; es decir, son factores que influencian positiva o negativamente sobre la manifestación de un determinado genotipo y muchos de ellos no pueden ser controlados por el hombre. Dentro de las principales características de importancia económica a considerar en la apicultura comercial, independientemente de sus objetivos, podemos mencionar las siguientes:
Cantidad y calidad de postura de la abeja reina
Sanidad de la colonia
Capacidad de pecoreo, que se puede estimar con base a la cantidad de miel y polen almacenados en la colmena
Grado de docilidad
Nivel de enjambrazón
Tamaño (condición) de la población
3. Selección. Es una herramienta del mejoramiento genético que consiste en propiciar la reproducción y multiplicación de las colonias de abejas que presentan el comportamiento deseado por el productor. De esta forma se fija fácilmente el tipo de material genético deseado en la población. Su efectividad depende fuertemente de la influencia del ambiente sobre la expresión de la característica de interés; cuanto más influya el ambiente sobre una característica, menores serán los beneficios de la selección. La superioridad de un individuo no se transmite de padres a hijos, si el ambiente juega un papel preponderante. Sin embargo, siempre hay que escoger como padres de la siguiente generación a aquellos individuos que presenten el mejor comportamiento dentro de un grupo, en el cual todos tuvieron la misma oportunidad (todos manejados de forma similar en el mismo ambiente).
3.1. Métodos de selección
3.1.1. Selección gamética. Es la que se realiza a través de los zánganos. El material genético de éstos depende solo de su madre, ya que provienen de huevos no fertilizados. Los zánganos hijos de reinas de buena calidad genética, son buenos candidatos para su utilización en programas de inseminación artificial. Es recomendable inducir a las reinas de alta calidad genética a producir zánganos, con el fin de incrementar la proporción de éstos en las áreas naturales de apareamientos.
3.1.2. Selección individual. Los individuos son seleccionados para ser padres de la siguiente generación, mediante el comportamiento particular de cada colonia. Un ejemplo de selección individual podría ser que un grupo de reinas seleccionadas producen reinas vírgenes y otro grupo produce zánganos. Tiene la ventaja de ser un método más controlado, y disminuye el riesgo de consanguinidad (apareamiento entre parientes). Es el primer método usado en poblaciones que no han sido mejoradas, ofreciendo grandes avances iniciales.
3.1.3. Selección por la progenie. Este método se basa en el comportamiento de la progenie de la reina, sus hijas o las colonias de ellas. Es más eficiente, pero muy dependiente de la información de terceros. Es más específica para empresas cuyos objetivos son los de la producción y comercialización de abejas reina.
Para obtener abejas reinas con la calidad genética deseada, se requiere de trabajo especializado y, sobre todo, enfocado específicamente a eso. El apicultor comercial debe identificar aquellos criaderos de abejas reina que le ofrezcan la calidad deseada. Pero también puede, a pequeña escala, utilizar los métodos de selección gamética y la individual en sus apiarios.
La sola práctica de cambiar la abeja reina una vez al año a la colonia comercial de abejas, provoca un gran avance en el mejoramiento genético de las mismas; por lo tanto, el logro del mejoramiento genético en la apicultura comercial depende fuertemente de la calidad y cantidad de abejas reinas introducidas.
Fuente:
Cuadro 2.3. Principales enfermedades de las crías
Enfermedad | Tipo | Causado por | Afecta a | Signos | Diagnóstico en laboratorio | Tratamiento |
---|---|---|---|---|---|---|
Loque Americana | BACTERIANA | Paenibacillus larvae subespecie larvae | Cría de obrera/zángano, ocasionalmente reina | cría salteada opérculos oscuros, hundidos con aspecto grasiento, algunos presentan una pequeña perforación, olor fétido | Exámenes microscópicos, pruebas bioquímicas, inmunológicas y moleculares | Desinfección de equipo Reforzamiento de colonias Buenas prácticas de manejo Destrucción de equipo/abejas en casos severos de enfermedad |
Loque Europea | BACTERIANA | Melissococcus plutonius | Cría de obrera/zángano, ocasionalmente reina | cría salteada olor a vinagre/mantequilla rancia | Exámenes microscópicos, pruebas bioquímicas, inmunológicas y moleculares | Reforzamiento de colonias Buenas prácticas de manejo |
Cría de Cal | MICÓTICA | Ascosphaera apis | Las tres castas, recurrente en cría de zángano | larvas con apariencia de pedazos de yeso. color blanquecino, pardo u obscuro, dependiendo del estadio reproductivo del hongo | Exámenes microscópicos y pruebas moleculares | Buenas prácticas de manejo Selección de abejas que presenten comportamiento higiénico |
Cría de Piedra | MICÓTICA | Aspergillus flavus, ocasionalmente Aspergillus fumigatus | Las tres castas, mayormente cría de zángano | Las larvas presentan coloración gris verdosa o amarillo verdosa, sobre todo en la zona de la cabeza Consistencia de piedra | Identificación microscópica del hongo | Buenas prácticas de manejo Selección de abejas que presenten comportamiento higiénico |
Cría Ensacada | VIRALES | Virus ARN hexagonal de 30 nm | Las tres castas | cría muerta dentro de un saco lleno de fluidos con la cabeza estirada. cría seca adquiere apariencia de una “costra” | Exámenes microscópicos, pruebas inmunológicas y métodos moleculares | No existen medicamentos específicos Cambio de reina Destrucción de panales en casos severos |
Celda Real Negra | VIRALES | Virus de ARN de 30 nm de diámetro | Cría de reina | larvas de color amarillento y contenidas en un saco (inicio) Celda real adquiere tono negruzco (final) | Técnicas moleculares | Cambio de reinas Buenas prácticas de manejo |
Si desea saber más sobre las enfermedades que afectan a las abejas y su tratamiento consulte el Manual de Patología, Diagnóstico y Control de las Principales Enfermedades y Plagas de las Abejas Melíferas. SAGARPA, 2012.
Cuadro 2.4. Principales enfermedades de las abejas adultas
Enfermedad | Tipo | Causado por | Afecta a | Signos | Diagnóstico en laboratorio | Tratamiento |
---|---|---|---|---|---|---|
Varroosis | PARASITARIA | Varroa destructor | Las tres castas (cría y abejas adultas), mayormente cría de zánganos | Ácaros al interior de celdas de cría operculadas/sobre el cuerpo de abejas adultas Disminución de la población de abejas *Abejas inquietas, de menor tamaño, deformes, algunas sin alas o con alas arrugadas | Campo: Observación directa del ácaro sobre abejas adultas o al interior de celdas de cría operculadas (sobre todo de zángano) Laboratorio: Observación directa del ácaro. Prueba oficial David de Jong, para determinación del porcentaje de infestación | Uso del panal trampa Uso de abejas mejoradas/desarrollo de abejas resistentes a varroa *Uso de acaricidas naturales y/o sintéticos, con registro específico para su uso en abejas, siguiendo la dosis y método de aplicación indicados |
Acariosis Traqueal | PARASITARIA | Acarapis woodi | Las tres castas | Evidentes sólo en infestaciones severas siendo los siguientes: Abejas con alas dislocadas, abanicándolas sin conseguir volar Abdomen distendido Abejas muertas/moribundas frente a la piquera Tórax negro y brillante (desprovisto de vellosidades) *Pérdida del instinto de picar/aguijonear | Análisis microscópico de las tráqueas | Uso de abejas mejoradas/desarrollo de abejas resistentes al parásito Uso de acaricidas naturales y/o sintéticos, con registro específico para su uso en abejas, siguiendo la dosis y método de aplicación indicados |
Nosemosis | MICÓTICAS |
Vairimorpha apis (antes Nosema apis) Vairimorpha ceranae (antes Nosema ceranae) |
Las tres castas | En casos severos debilitamiento y muerte prematura de las abejas | Análisis molecular de ADN | Fumigación del equipo Buenas prácticas de manejo |
Aspergilosis | MICÓTICAS | Aspergillus flavus, ocasionalmente Aspergillus fumigatus | Las tres castas | En abejas vivas: Nerviosismo Debilidad Parálisis Abdomen distendido No consiguen volar En abejas muertas: Abdomen endurecido de color obscuro, no se pudren | Identificación microscópica del hongo | Buenas prácticas de manejo Selección de abejas que presenten comportamiento higiénico |
Alas Deformes | VIRALES | Virus de las alas deformes (ARN 30 nm) | Las tres castas | Similar a los presentes en nosema y acariosis traqueal, además: *Abdomen reducido y descolorido, particularmente con alas cortas y arrugadas | A través de pruebas inmunológicas y/o moleculares | Controlar las infestaciones por varroa Cambio de reinas de colonias afectadas *Buenas prácticas de manejo |
Parálisis Aguda y Crónica | VIRALES | Varios tipos de virus ARN, los más comunes: Virus de la Parálisis Aguda, Virus de la Parálisis Aguda Israelí y Virus de la Parálisis Crónica | Las tres castas | Similar a los presentes en nosema y acariosis traqueal particularmente por la presencia de abejas: “negras” (sin vellos en el tórax) Temblorosas *Dificultad para moverse y/o volar | A través de pruebas inmunológicas y/o moleculares | Controlar las infestaciones por varroa Cambio de reinas de colonias afectadas *Buenas prácticas de manejo |
Si desea saber más sobre las enfermedades que afectan a las abejas y
su tratamiento consulte el Manual de Patología, Diagnóstico y Control de las
Principales Enfermedades y Plagas de las Abejas Melíferas. SAGARPA,
2012.
Fuente:
Yuri S. Tokarev, Wei-Fone Huang, Leellen F. Solter, Julia M. Malysh, James J. Becnel, Charles R. Vossbrinck, A formal redefinition of the genera Nosema and Vairimorpha (Microsporidia: Nosematidae) and reassignment of species based on molecular phylogenetics, Journal of Invertebrate Pathology, V-169, 2020.
Cuadro 2.5. Principales plagas de las abejas
Plaga | Tipo | Causado por | Daños | Presencia en México | Prevención | Control |
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Polillas, palomillas o alevillas de la Cera (causa enormes pérdidas económicas por la gran cantidad de panales que destruye) | MELÍFERA | Galleria Mellonella (polilla mayor de la cera) Achroia grisella (polilla menos de la cera) | Panales perforados/destruidos Túneles con seda y pelusa *Presencia del capullo | El problema es particularmente serio en las costas y Sur del país | Mantener colonias fuertes Equipo en buen estado *Buenas prácticas de manejo | Fumigación de panales Biocontrol (agentes biológicos registrados y autorizados en el país) *Congelamiento de panales |
Pequeño Escarabajo de la Colmena (PEC) | MELÍFERA | Aethina tumida Murray | Fase adulta y larvaria las más dañinas Se alimenta de las crías y/o miel Destruye panales con cría Fermenta la miel Aumenta la susceptibilidad de las abejas hacia otras enfermedades | En el año 2007 | Mantener colonias fuertes Equipo en buen estado Seleccionar abejas con alto comportamiento higiénico Buenas prácticas de manejo | *Remover la tierra frente a las colmenas para cortar el ciclo de desarrollo de las pupas de la plaga |
Las larvas del PEC pueden confundirse con las de la polilla de la cera, por lo que el diagnóstico diferencial entre ambas es necesario.
Además de las anteriores, las abejas pueden ser infestadas por otras plagas:
Cuadro 2.6. Otros tipos de plagas de las abejas
Plaga por | Tipo | Daños | Control/Prevención |
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INSECTO | Avispa | Consumen miel Depredan abejas adultas | Mantener colonias fuertemente pobladas Reducción de la piquera * Destrucción de nidos de avispas cercanos al apiario |
INSECTO | Mosca | *Se alojan al interior del cuerpo de abejas adultas o larvas, alimentándose de sus tejidos | Mantener colmenas fuertemente pobladas Reducción de la piquera *Equipo en buen estado |
INSECTO | Piojo de la Abeja (Braula coeca) | Deposita sus huevos sobre los opérculos de las celdillas que contienen miel Las larvas hacen pequeños túneles en la cera | Contar con abejas de estirpes resistentes Buenas prácticas de manejo |
REPTIL Y BATRACIO | Lagartija | *Se alimentan de abejas adultas | Colocar las colmenas sobre bases a por lo menos 75 cm. encima del suelo Cercar el apiario a una altura de por lo menos 60 cm del suelo *Reducir las piqueras |
REPTIL Y BATRACIO | Rana y sapo | *Se alimentan de abejas adultas. Los sapos son los más dañinos, pueden comer más de 300 abejas en un día cada uno | Colocar las colmenas sobre bases a por lo menos 75 cm. encima del suelo Cercar el apiario a una altura de por lo menos 60 cm del suelo *Reducir las piqueras |
VERTEBRADO MAYOR | Pájaro insectívoro | *Se alimentan de abejas adultas | *Cambiar el apiario de lugar |
VERTEBRADO MAYOR | Ratón y zorrillo | Ratones (roedores más destructivos): Se alimentan de polen, miel y abejas muertas Tienden a anidar en colmenas con colonias débiles, destruyendo parte de los panales de la cámara de cría Zorrillos: Se alimentan de abejas adultas Destruyen el equipo (rascan la piquera para atraer a las abejas) | Elevar las colmenas del piso Reducir las piqueras Cercar el apiario Colocar trampas |
De acuerdo con la información arrojada por apicultores de diversos estados, se estima haber perdido desde un 30 % hasta un 88 % de colmenas entre 2015 y 2016. De los estados más afectados, Jalisco ha tenido pérdidas de 50 mil colmenas, el equivalente a 2500 millones de abejas y 750 toneladas de miel. Diversos factores han sido atribuidos como causantes de este fenómeno, tales como el cambio climático, plagas e infecciones, así como el uso de plaguicidas de uso agrícola.
Sin embargo, aunque México aún carece de información al respecto, el punto común es que todos los apicultores que han sufrido pérdida masiva de colmenas lo relacionan a la aplicación de plaguicidas en cultivos cercanos. Es por ello por lo que el Centro de Investigación y Asistencia en Tecnología y Diseño del Estado de Jalisco, A.C. (CIATEJ), ha contribuido generando información sobre la relación que existe entre el uso de plaguicidas, con este problema. El CIATEJ es un Centro de Investigación que pertenece a la Coordinación de Medio Ambiente, Salud y Alimentación del Sistema de Centros Públicos de Investigación (CPI) del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT).
El Dr. Octavio Gaspar, del CIATEJ, se especializa en toxicología ambiental y molecular y, junto con su equipo de trabajo, ha construido una plataforma analítica para identificar y cuantificar sustancias tóxicas, en este caso plaguicidas en diversas matrices ambientales y alimentarias, entre ellas, miel, ceras y abejas. De esta manera, se ha podido establecer una cercanía con diversos grupos de apicultores para atender casos muy particulares de aquellos que han sufrido pérdidas importantes de colmenas.
Entre los insecticidas pueden encontrarse sustancias como los neonicotinoides y el fipronil, entre otros, incluso a dosis letales, lo cual explica la mortandad masiva de abejas, dentro o alrededor de sus propias colmenas. Caso contrario a la Comarca Lagunera, en donde se han hallado mezclas de neonicotinoides y organofosforados en muestras de miel y cera a concentraciones muy bajas. En este caso, las abejas abandonaron las colmenas, posiblemente por desorientación espacial debida a la exposición a dosis subletales de los pesticidas.
Todo plaguicida es tóxico, sin embargo, la dosis es la que determina su efecto sobre los organismos. Científicamente está comprobado que los insecticidas actúan sobre el sistema nervioso de la abeja generando daños irreversibles como la pérdida de la memoria, parálisis y muerte; en este sentido, dosis subletales resultan en desorientación y pérdida de la memoria, es por ello por lo que las abejas salen de sus colmenas en busca de alimento y ya no regresan, provocando así que la colmena colapse. De todas las familias de insecticidas, los neonicotinoides son de los más tóxicos, por ejemplo, solo una dosis oral de 5 nanogramos de imidacloprid es suficiente para matar a una abeja.
Debido a que este es un problema emergente y de gran relevancia en México, la cámara de diputados ha solicitado información y apoyo científico para fortalecer exhortos dirigidos a AGRICULTURA, a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) y a la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS).
Asimismo, es necesario impulsar iniciativas que establezcan la regulación, la vigilancia, el buen uso o, en su caso, la prohibición de plaguicidas altamente peligrosos. Sin embargo, ante la prioridad de la mortandad de abejas, se debe proteger al sector apícola a través de una estrecha comunicación entre autoridades, agricultores y apicultores; asimismo, hacer efectivas las recomendaciones que da el manual de buenas prácticas de AGRICULTURA, tras la aplicación de plaguicidas en cultivos.
Fuente:
CIATEJ. (2017). El impacto de los plaguicidas en el sector apícola. Agosto.
El clima se define como aquellas condiciones de aire, agua y temperatura que ocurren en un determinado tiempo. Dichas condiciones meteorológicas determinan un clima normal, y cuando ocurre alguna variación de éstas, se presenta un cambio climático. Fenómenos de este tipo normalmente permiten el desarrollo de la vida, por ejemplo, la energía del sol que penetra hasta la superficie es absorbida por la tierra mediante gases de efecto invernadero (GEI) como el dióxido de carbono, ozono y metano, entre otros. Este proceso ha permitido mantener la temperatura media del planeta en unos 15 °C, haciendo posible la vida, de lo contrario, se encontraría en -18 °C.
El problema inicia cuando se rompe ese delicado equilibrio y los cambios no permiten una adaptación. Por ejemplo, las emisiones de GEI se han ido incrementando notablemente, lo que genera mayor retención de energía en la atmósfera, dando como resultado un aumento en la temperatura promedio, siendo el calentamiento global uno de los principales problemas que genera un impacto significativo en el ambiente y su biodiversidad.
El cambio climático altera el comportamiento y fisiología de las abejas, si bien, éstas son capaces de adaptarse para sobrellevar las condiciones ambientales, la presión del ambiente que hoy en día se presenta es mayor a su capacidad adaptativa. Una ola de calor extrema y prolongada origina que la mayoría de las abejas se encaucen en recolectar más agua para regular la temperatura de la colonia, es decir que se tienen menos abejas dedicadas a recolectar néctar o polen.
En algunas regiones donde la temperatura llega a alcanzar más de 40 °C, la cera comienza a derretirse dentro de la colmena. Por otro lado, un periodo prolongado de bajas temperaturas condiciona comportamientos de diapausa, retardando el desarrollo de las actividades dentro y fuera de la colmena. De igual forma, durante los periodos de lluvias las abejas permanecen dentro de la colmena por mayor tiempo, lo que favorece la presencia de enfermedades, principalmente aquellas originadas por hongos.
La presión del medio también origina que las abejas permanezcan en un estado de estrés constante, lo que debilita su sistema inmunológico y favorece la presencia de enfermedades. Estos problemas originados por el cambio climático impulsan a las abejas a realizar migraciones para encontrar distribuciones geográficas con características ambientales óptimas para su desarrollo, generando nuevas relaciones entre especies, parásitos, plagas y depredadores.
Lo anterior puede llegar a ocasionar problemas. Por ejemplo, en los últimos años, el continente europeo se ha visto afectado por una sobrepoblación de enjambres de avispas Vespa velutina y Vespa tropica, provenientes del continente asiático. Los enjambres de abejas huyen para eludir a estas especies de avispones, que son sus depredadores naturales, además de que los enjambres de avispas provocan accidentes por picaduras entre la población, ocasionando un problema social para países como España, donde no existía ese tipo de insectos. Esta problemática tuvo origen debido a los cortos periodos de invierno causados por el calentamiento global, lo que permitió a las avispas ampliar las regiones de desarrollo de sus colonias.
Por todo lo anterior, es importante que el productor esté pendiente de las variaciones climáticas que puedan poner en riesgo la supervivencia de las abejas y poder implementar acciones encaminadas a contrarrestar los efectos negativos del cambio climático. Por ejemplo, brindarles una fuente cercana de agua potable, alimentos ricos en nutrientes, zonas de sombra, control de enfermedades, entre otros; ya que, de no realizar alguna acción pertinente, las probabilidades de que la colonia sucumba se incrementan.
Mitigar los efectos del cambio climático no es solo compromiso de los productores, se requiere la participación de toda la población en general; por lo que se debe promover la búsqueda de formas sustentables de las actividades humanas, coherentes con las necesidades del medio ambiente.
Fuente:
Medellín-Pico R.A. (2012). Impacto del Cambio Climático en la Apicultura. Memorias del 3er Encuentro Latinoamericano de Apicultores. La Habana, Cuba. Abril.
El Síndrome del Colapso de la Colonia (SCC), bautizado así en los Estados Unidos en el año 2006 para definir la inexplicable desaparición abrupta de abejas, a diferencia de los sucesos que recientemente el sector apícola mexicano ha comenzado a sufrir, por mortandad masiva de abejas relacionada con el mal uso de agroquímicos.
Es un fenómeno caracterizado porque las abejas obreras desaparecen abruptamente de una colmena, lo que conduce a su colapso y cuya causa no es conocida y se relaciona con diversos factores. Actualmente se desconoce si este fenómeno de alta mortandad de colonias se trata de una enfermedad en particular, sin que hasta el momento se haya identificado un factor causal único. Los investigadores sugieren considerarlo como un síndrome de origen multifactorial.
Este síndrome tiene fuertes implicaciones económicas y biológicas, ya que, al perderse grandes poblaciones de abejas, se reduce el número de agentes polinizadores, lo que trae como consecuencia pérdidas económicas de consideración, debido a una insuficiente polinización de cultivos agrícolas; por lo tanto, afecta a la cadena alimenticia. Además, el impacto en la biodiversidad es enorme, pues su valor ecológico es incalculable.
La cantidad de factores que se han mencionado como posibles responsables del SCC es innumerable, pero la evidencia científica hasta ahora disponible limita la lista a los siguientes factores: patógenos, insecticidas, acaricidas, apicultura migratoria, manejo deficiente, uso de monocultivos y cambio climático.
El único signo relevante y común en todos los casos que puediera caracterizar el SCC, es la muerte de la colonia. Sin embargo, pudieran observarse uno o más de los siguientes signos:
Por otro lado, una colonia que ha colapsado pudiera presentar una o varias de las siguientes condiciones:
Como recomendación, se sugiere controlar, en la medida de lo posible, los factores que pudieran causar el SCC:
Control contra patógenos como V. destructor, Nosema spp. y los virus de asociación.
Buenas prácticas de manejo que incluyan: el cambio anual de reinas mejoradas, alimentación artificial en épocas de escasez y revisión frecuente para corregir problemas que pudieran llevar a la pérdida de colonias.
Fuente: